En pos de combatir la inseguridad, Villa Allende implementará una medida prácticamente inédita: cerrará por la noche calles secundarias y accesos a la propia ciudad. El plan busca enfrentar una creciente ola de robos, que, según los residentes, son cometidos mayormente por personas provenientes de localidades vecinas.

Según contó el secretario de Gobierno, Felipe Crespo, la solución es tan simple como suena: “Son portones de dos metros, con dos columnas de cemento a cada lado, que se cierran a las 22:00 horas y se abren a las 6:00 de la mañana”. Los ingresos principales quedarán abiertos para urgencias y tránsito registrado.

Felipe Crespo, en comunicación con "Ponete al Día".

Desde la Municipalidad sostienen que el hecho de que haya vías alternativas implica que esta idea no viola la libertad de circulación. Además, antes de la ejecución se realizará un Registro de Oposición, donde los vecinos decidirán si apoyan o no el proyecto. Si el 40% de los consultados se opone, la medida no podrá aplicarse. Sin embargo, los funcionarios están confiados: “Puedo adelantar que la gran mayoría está de acuerdo”, dijo Crespo.

El costo de esta iniciativa será compartida entre la municipalidad y los vecinos de los barrios afectados: "Una parte la va a financiar el contribuyente, es un monto estimado que ronda entre 5.000 y 9.000 pesos”. El plan también contempla la renovación de los móviles de patrullaje y la incorporación de 130 nuevas cámaras, que se sumarán a las 120 ya operativas en puntos estratégicos.

Por último, el entrevistado confirmó que el equipo de seguridad ciudadana encargado de controlar los ingresos y monitorear las cámaras “pronto va a empezar la capacitación para el uso de armas no letales”.