Portugal arrancó la Euro con una agónica victoria 2-1 a República Checa. Y si la ilusión siempre está desde que Cristiano Ronaldo, este martes en Leipzig encontró los tres puntos por dos de sus jóvenes que entraron desde el banco. El centro de Pedro Neto y el gol de Francisco Conceição confirmaron la remontada para los lusos y un festejo a todo trapo.

Agónico 2-1 de Portugal ante República Checa

Le costó muchísimo conseguir estos tres puntos ante unos checos que jugaron a defenderse, a resistir y que casi sin querer se encontraron con el 1-0 a su favor por un golazo de Lukas Provod. Un resultado que castigaba a una Portugal con mucho nombre que no supo explotar al máximo al menos en este debut. Un crack como CR7, las gambetas de Rafael Leao, la conducción de Bruno Fernandes, los pases de Bernardo Silva, los desbordes de Cancelo o Dalot o la solidez de Rúben Dias.

Le costó muchísimo conseguir estos tres puntos ante unos checos que jugaron a defenderse, a resistir y que casi sin querer se encontraron con el 1-0 a su favor por un golazo de Lukas Provod. Un resultado que castigaba a una Portugal con mucho nombre que no supo explotar al máximo al menos en este debut. Un crack como CR7, las gambetas de Rafael Leao, la conducción de Bruno Fernandes, los pases de Bernardo Silva, los desbordes de Cancelo o Dalot o la solidez de Rúben Dias.

A todo eso que tiene este seleccionado dirigido por el español Roberto Martínez le faltaba agilidad o un ritmo más para romper la muralla checa. De hecho, el 1-1 llegó por un gol en contra: el arquero Stanek despejó un cabezazo y el rebote dio en Robin Hranec y se metió para romper esa resistencia que parecía irrompible para República Checa

Cristiano fue uno de los protagonistas. Primero porque con su sola presencia comenzó su sexta Euro para convertirlo en un récord pero a los 39 años demostró que su vigencia es plena. Tuvo un mano a mano, una media vuelta y un tiro libre que le tapó el arquero de manera fantástica y antes del 2-1 final metió un cabezazo que dio en el palo y luego empujó Diogo Jota pero fue anulado en menos de un minuto por el VAR semiautomático por un fino offside.

Agónico 2-1 de Portugal ante República Checa