Argentina ganó el Mundial masculino de hockey sobre patines
La Selección argentina masculina senior le dio vuelta la final a Portugal y le ganó 4 a 2. La mayor volvió a coronarse en Aldo Cantoni luego de 42 años.
Argentina tuvo un comienzo complicado en la final con los lusitanos. Portugal pegó de entrada y se puso en ventaja a través de Magalhaes antes de los 2 minutos de juego.
Pablo Álvarez estuvo cerca de lograr un rápido empate, pero la bocha, que había terminado adentro del arco, pegó en su patín. Girao, el arquero portugués, se iba a haciendo figura con sus atajadas que ahogaban todas las posibilidades que generaban los dirigidos por José Luis Páez.
Magalhaes, con un remate que se desvió en el camino y descolocó a Acevedo, cuando iban 15 minutos de partido. Portugal se puso 2 a 0 en ventaja y el desarrollo se puso cuesta arriba para Argentina.
El primer tiempo se moría y llegó una luz de esperanza para la Albiceleste. Pablo Álvarez anotó un golazo a falta de menos de 2 minutos y logró el ansiado descuento. Los europeos se fueron al descanso con el 2 a 1 a su favor y el resultado corto cambió el ánimo en el Cantoni.
En el complemento, Argentina apretó los dientes y puso todo sobre el parquet. Fue con todo por el empate y lo consiguió con un directo de Nicolía que puso la bocha pegada al palo.
Con el 2 a 2 en el marcador, las opciones estuvieron en las dos áreas. Girao era la carta de Portugal y Acevedo se hizo gigante para la Selección. La paridad se quebró con otra aparición de Pablo Álvarez que coló su remate por debajo del arquero para el 3 a 2 a falta de 11 minutos.
A partir de allí cambió el partido. Argentina se puso por primera vez en ventaja y tuvo que resistir los embates de los lusitanos hasta el final. El Cantoni alentaba a la espera del pitazo final y llegó el golpe de nocaut cuando la visita sacó a su arquero en su afán por empatar.
Ezequiel Mena, coronando un gran Mundial en su estreno con la mayor, fue el encargado de anotar el 4 a 2 a falta de segundos para el cierre. El joven jugador de Porto hizo explotar las gargantas de las 8 mil personas que completaron el Cantoni para volver a gritar campeón y cortar una sequía de 42 años, con tres Mundiales en el medio.