Como se preveía, Boca empezó a puro ataque. Tras un centro atrás, Carlos Tevez tuvo la primera oportunidad sobre los 4 minutos de juego y por muy poco no abrió el marcador.

A Gimnasia le costó generar juego y estuvo más pendiente de cerrar espacios en defensa que de atacar. Mientras tanto, ya con River en desventaja en Tucumán, Eduardo Salvio avisó con un disparo bajo que tapó Jorge Broun.

Con el correr de los minutos la desesperación por el gol hizo que Boca quedara mal parado en defensa y Gimnasia, de haber acertado en la contra, pudo haberlo complicado. Para ese momento Matías Suárez había igualado para River.

Otra gran intervención de Broun, esta vez después de un muy buen cabezazo de Franco Soldano, le ahogó el grito al Xeneize. En el rebote, Carlos Tevez arremetió pero no logró conectar con comodidad.

El complemento inició con otra tónica. En el inicio, un error en la salida de Boca terminó en la diestra de Nicolás Contín, quien desde el borde del área sacó un potente remate que Esteban Andrada desvió al córner con una gran atajada.

Boca no mostraba argumentos futbolisticos para acercarse con peligro a la valla de Broun. Le costaba mucho generar peligro hasta que Salvio se perdió un gol increíble: recibió solo dentro del área y con todo el arco a disposición remató afuera.

Pero el partido le dio a Boca una nueva oportunidad, casi a los 30 minutos. Una gran pared entre Frank Fabra y Sebastián Villa terminó por el centro. Ahí estaba Wanchope Ábila, quien se tiró al piso para cederle la pelota a Tevez. Un remate incontenible para Fatura fue el 1-0.

El resto fue aguantar para terminar disfrutando. Las noticias desde Tucumán fueron auspiciosas para el Xeneize y el final trajo el título de la Superliga.