El 10 de mayo de 1987, Diego Maradona llevó a Napoli a conseguir su primer Scudetto en 60 años. A dos fechas de finalizar el campeonato, el conjunto del norte de Italia necesitaba un empate para sacar ventaja a sus escoltas del norte, Milan y Juventus. Ese día igualó en 1 con la Fiorentina y el San Paolo se vino abajo, erupcionó como el volcán Vesubio. Los miles de seguidores se volvieron locos, se enamoraron de Maradona, lo volvieron propio.

"O mamma, mamma, mamma, o mamma mamma, mamma ¿sai perché mi batte il cuore? Ho visto Maradona, ho visto Maradona, eh, mamma, innamorato son"

El eco de la canción que hace 33 años vitoreaban los napolitanos aún se escucha en los rincones del estadio San Paolo. El campo que vio la gloria con la zurda del Diez. La ciudad que se convirtió en historia, que se recorrió el mundo y se transformó en leyenda.

Tres décadas después, "soy argentino" son palabras mayores en Napoli. Allí las paredes recuerdan a Maradona como si aún fuera 1987. ¿Cómo no hacerlo? Más tarde, con su zurda, llegarían otro Scudetto (1989-1990), una Coppa Italia (1986-1987), una Supercoppa (1990-1991) y una Copa Uefa (1988-1989)