El club que vio nacer a Julián Álvarez, le dedicó un posteo a la gran figura de River
La publicación del Club Atlético Calchín sobre los primeros pasos del goleador del Millonario.
En medio del furor por gran presente, el Club Atlético Calchín, donde el cordobés Julián Álvarez dio sus primeros pasos, le dedicó un emotivo posteo.
Año 2000. Yo apenas tenía 5 cortos años. Todavía tengo recuerdos de mi paso por el Jardín de Infantes, cuando la seño Edith nos dejaba salir al patio y con los chicos desesperados salíamos hacia el lado oeste donde estaban los dos arcos. Como si fuera ayer, puedo ver mis piernas de no más de 50 centímetros mientras corría mirando al suelo con la pelota en mis brazos en dirección a la canchita, y con mi mente eligiendo entre Aimar o Saviola, figuras de aquel River campeón del Torneo Clausura de ese año. Divertirnos horas bajo la inocente fantasía de de ser jugador profesional de futbol y de estar jugando en el Monumental mientras levantábamos tierra a patadas.
"La Araña" Álvarez hizo inferiores en el Club Atlético Calchín hasta los 15 años, donde fue campeón y goleador de los torneos de la Liga Independiente de Fútbol. A los 11 años se probó en el Real Madrid, donde participó en campeonatos infantiles destacándose como goleador y asistidor, su fichaje no se produjo debido a la política de fichaje en menores de 13 años. También se probó en Boca Juniors y Argentinos Juniors, donde llegó a vivir en la pensión del club y finalmente, a fines de 2015, se unió a las categorías inferiores de River Plate. Comenzó en séptima división dónde tuvo un nivel sobresaliente, después pasó a sexta donde duro poco, luego siendo convocado para la reserva.
Decenas de generaciones pasaron por el Jardín. Cientos de niños con ilusiones futboleras vio la seño Edith, cientos como los vio también la seño Mariana que, quizás de tanto alimentar esas ilusiones, hoy vive con uno de sus niños una realidad de fantasías.
Ese niño, que alguna vez también soñó, se transformó, como bien llamó ayer su compañero De la Cruz, en el niño maravilla, y puso al fútbol argentino en su extensión a sus pies. Cargándose en el lomo un superclásico histórico como lo es un River-Boca, en el Monumental y con el regreso del público a las canchas después de más de un año y medio ansiando con volver.
Sacando un gol de la galera, jugando con el cuchillo entre los dientes, comiéndose el partido en un estado de éxtasis total y llevándose la ovación del estadio entero, demostrando que los sueños sólo están para cumplirse y con apenas 21 años.
Sí, 21 años pasaron de ese 2000, el mismo año que nos trajo a Calchín y al mundo a quien hoy nos representa ya no sólo a nivel nacional. 21 años de aquel Torneo Clausura y tantos otros eventos futbolísticos que pasaron en el medio. ¿Cuántos jugadores habrán sido elegidos desde esos Saviola y Aimar hasta hoy? Aunque eso en realidad no me inquieta. La duda que a mi hoy me pone la piel de gallina es: ¿cuántos niños en cada jardín de infantes del país, de hoy en adelante, saldrán corriendo al patio soñando ser Julián Álvarez?"