En su despedida, Tyson Fury concretó un knock-out de antología en seis rounds
Venció a los 2m59s del sexto asalto a Dillian White, también británico, ante 94.000 personas en un estadio de Wembley enfervorizado.
Fue tremendo, una mano impactante. Cuesta creer como su rival pudo levantarse e intentar seguir. Un KO de esos que quedan en la memoria y que hizo rugir a 94.000 personas en el mítico estadio de Wembley, en Londres. Había anticipado el británico Tyson Fury que iba a ganar en el octavo round, pero “El Rey de los gitanos” se anticipó. Cuando terminaba el sexto asalto, una combinación mortífera terminó con la resistencia de su oponente y compatriota Dillian White, para retener el título mundial de los pesados del Consejo Mundial de Boxeo.
Fury, de 33 años y que acaso haya librado su última batalla, conectó un uppercut demoledor, que tomó en la mandíbula a White y lo mandó a la lona. Hacía tiempo que no se veía un golpe ascendente de esta magnitud, tan contundente. Sumado ello a que en la categoría pesado cada golpe es una posibilidad concreta de knock-out.