Cerca de mil hinchas presenciaron la victoria agónica por 2-1 del Matador que desató la locura de los jugadores del conjunto visitante y toda su gente.

En medio de los festejos del local, un grupo de barras del Toponero se metió en el campo de juego para agredir al árbitro Iván González, quien había adicionado siete minutos.

Del otro lado, los simpatizantes de Andes Talleres también entraron a la cancha, pero para buscar las banderas que estaban colgadas y ahí fue donde se produjo el choque cuerpo a cuerpo, que tuvo también la participación de varios futbolistas y la policía (eran 12 en total, cuatro locales y ocho miembros de seguridad privada).

Escándalo en Mendoza: exceso de hinchas y graves incidentes