En la ciudad de Buenos Aires murió a los 83 años, Carlos Pascual, el Tula. El hombre al que no se lo puede disociar de su histórico bombo. Había nacido en Arroyito, en Rosario, el 11 de septiembre de 1940. 

Era hincha de Central desde la cuna y por herencia de su padre, pero es mayormente conocido por su apasionado fanatismo por la selección argentina.

Emblema de la albiceleste y militante del peronismo desde su Rosario natal (donde adquirió la destreza con el bombo obsequiado por Juan Domingo Perón), realizó su primera travesía internacional en la Copa del Mundo de Alemania 1974. 

"En todo lugar que llego aparece un voluntario de Dios que me lleva a comer, que me lleva a todos lados (...) porque yo no tengo plata, y sin plata no se puede hacer nada. Yo no sé ningún idioma, no sé nada. ¿Vos sabés lo que es no saber ningún idioma y viajar por todo el mundo? Estuve en Japón. Imagínate en Japón, imaginate Estados Unidos, Rusia", rememoró tiempo atrás en "La vida por la camiseta", serie publicada en el portal CNN.

El 22 de febrero de 2023, el Tula subió al escenario de la gala de la FIFA, en París, donde recibió el premio The Best a la mejor hinchada, en representación de los fanáticos de la selección argentina durante el Mundial ganado en Qatar.

A poco menos de un año de aquel momento, Tula falleció. Estaba internado en el sanatorio Mitre de Buenos Aires. Su estado era muy delicado y en coma inducido. La gravedad del cuadro empujó a que sus familiares pidieran una cadena de oración en pos de su recuperación.

El Tula estuvo presente en 13 mundiales de fútbol como hincha argentino: “Fui el primer bombo en la historia del mundo en 1974. El primer bombo que entró en un campeonato mundial soy yo”.