Flor Bonsegundo, la niña cordobesa que jugaba con varones para cumplir su sueño de ser futbolista
Florencia seguía a sus hermanos y a los amigos de ellos en los campitos de su Morteros natal, en el noreste de la provincia de Córdoba, para dar sus primeros toques a la redonda, con la convicción de que quería llegar a ser futbolista algún día. Lo logró: actualmente juega en el Madrid CFF y brilla con la Selección.
Florencia Bonsegundo, una de las más destacadas jugadoras del seleccionado argentino femenino de fútbol que participará en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda, debía mezclarse entre los varones de niña para poder continuar en la actividad y cumplir sus sueños de llegar a ser futbolista.
"Le regalaban muñecas y ella no las quería, solo quería la pelota", contaron sus familiares. Es que seguía a sus hermanos y a los amigos de ellos en los campitos de su Morteros natal, en el noreste de la provincia de Córdoba, para dar sus primeros toques a la redonda, con la convicción de que quería llegar a ser futbolista algún día. Lo logró: actualmente juega en el Madrid CFF y brilla con la Selección.
Anotó dos goles de la ‘albiceleste’ en el 3-3 ante Escocia en el Mundial de Francia 2019, en una remontada histórica ya que la Argentina perdía 0-3 y, según contó su hermano Franco, “fue un orgullo para toda la familia" y “una locura total” seguir en su casa las alternativas del torneo con Florencia en cancha.
Franco Bonsegundo aseguró que su hermana llega al Mundial que comienza el próximo jueves 20 “en su mejor momento”, a la vez que hizo un repaso por la historia de la volante ofensiva en sus inicios, y la convicción que tuvo para llegar a donde llegó, a pesar de las adversidades.“Se inició en un club de barrio llamado Roberto Colombo, a los 6 años.
Primero arrancó en los campitos conmigo, me seguía. Vivimos en un barrio donde nos juntábamos todos los pibes, entre los que estaban los hermanos Villagra (Cristian, exfutbolista de River, y Rodrigo, actualmente en Talleres), también estaba Nicolás Orsini, que juega en Boca, son todos amigos nuestros, ella se mezclaba con nosotros”, explicó Franco.
De esos primeros pasos, su hermano contó que al principio no la dejaban que jugara con ellos “por ser una nena, antes no había tantas posibilidades como ahora” y puntualizó que “era medio chocante verla entre medio de los varones”.Hasta que –contó Franco- arrancó en el club a jugar con los chicos de su edad, y se destacaba y era la goleadora.
A los 12 años, a Florencia no la querían dejar jugar por su condición de mujer con la excusa de que "podrían golpearla". Finalmente, fue aceptada por los organizadores y terminó como goleadora de la competencia.
A los 13 años, la Liga de San Francisco (Córdoba) le impidió que siguiera compitiendo, y allí comenzó un impasse en su carrera, porque no tenía lugar para jugar pero su ilusión continuaba. A los 16 años la invitaron a jugar un torneo relámpago entre mujeres en Colonia Caroya (Córdoba). La observaron y le propusieron ir a Buenos Aires,
Sin dudarlo, Florencia recaló en Huracán, aunque Franco confió que no estaba en las mejores condiciones y luego pasó a UAI Urquiza, desde donde comenzó a forjar lo mejor de su carrera. Así fue que llegó la convocatoria a la Selección y la carrera de Florencia fue en constante ascenso: se convirtió en indiscutida con la ‘albiceleste’ y pasó al fútbol europeo, siempre jugando en España, con pasos por el Sporting de Huelva y el Valencia antes de llegar al Madrid CFF. Franco, en el relato de los inicios de su hermana, comentó también que su madre “le regalaba muñecas y esas cosas de nena, pero no quería, ella quería jugar al fútbol”.“Se le notaba el talento de chica, le pegaba muy bien a la pelota, enganchaba, ya daba a entender que podía llegar a donde llegó”, acotó el familiar.
Sobre la actual vida de Florencia, como jugadora profesional, Franco contó que en España logró vivir solamente del fútbol y que “si ahorra y hace las cosas bien financieramente, al retirarse quizás pueda comprarse una casa, no mucho más que eso”.Franco Bonsegundo expresó esa idea respecto a lo económico para marcar las grandes diferencias que aún existen en ese sentido respecto al fútbol masculino.
La familia Bonsegundo mirará por televisión el Mundial 2023 que comienza la próxima semana: “Yo soy empleado lácteo, somos todos gente humilde, carecemos de recursos económicos pero si nos invitan vamos con gusto, pedimos vacaciones y vamos, pero todavía no se dio”, dijo Franco, entre risas.Con orgullo destacó que mañana, viernes 14, los Bonsegundo estarán presentes en San Nicolás, donde Florencia junto con la Selección jugará ante Perú el partido despedida antes de viajar a Oceanía.
Además, Florencia cumplirá mañana 30 años, por lo que la familia tiene doble motivo para saludarla y desearle éxitos de cara a la cita mundialista, además de poder disfrutarla en cancha. “Para ese partido ya me pedí el día en el trabajo”, dijo Franco, feliz de poder acompañar a su hermana. Franco se reconoció como fanático del fútbol, hincha de River, y que hace pocos días cuando la delantera estuvo descansando en Morteros, recibió la visita de Juan Pablo Sorín, el exdefensor del ‘Millonario’ y de la Selección.
Sobre ese encuentro que tuvo con ‘Juampi’, contó que “es una persona muy humilde y que apoya mucho al fútbol femenino”. Por último, Franco descartó que su hermana juegue en el club de sus amores. “Florencia es hincha de Boca, así que dijo que si viene a la Argentina a jugar le gustaría que sea ahí. Siempre que puede va a La Bombonera”, reconoció.
En su orgulloso relato de la carrera de su hermana, Franco destacó sobre el final que en la temporada 2021 de la Liga de España anotó para el Valencia el mejor gol del torneo en el 2 a 1 ante Betis: "Búsquenlo en YouTube", sugirió el mayor de los Bonsegundo.