Talleres: buenos tiempos
Una reflexión sobre por qué es buena la victoria de Talleres para todos los cordobeses.
De aquella amarga tristeza contra Gimnasia de Mendoza a la esperanza de poder ganar una Copa Nacional.
¿Qué pasó en Talleres?
Pasó Andrés Fassi. Padre del proceso que desemboca en la final en Santiago. También interpela a todo el fútbol de Córdoba.
Reconocer el influjo del presidente de Talleres, no invalida la crítica. Soy periodista y lo seguiré haciendo, pero nada, absolutamente nada, es más importante que un logro para nuestros clubes. Siempre estarán por encima de cualquier análisis personal. Entiendo el folclore del fútbol, las gastadas y todo lo que rodea a este maravilloso deporte. Pero hay que tener mucha tristeza de espíritu para festejar derrotas en una plaza como la de Córdoba, tan raquítica de campeonatos.
No tengo dudas que la instancia es histórica. Antes de ganar cosas importantes, hay que acostumbrarse a jugar partidos definitorios. Y Talleres lo está logrando en muy poco tiempo. A pesar de la crisis y el modelo exportador, está en una final y jugará otra vez la Copa Libertadores.
De conseguir un título, no tengo dudas que obrará como un estímulo creciente para los otros clubes de Córdoba. Potenciará la competencia interna y el círculo será virtuoso. Ha pasado en otras provincias, la historia así lo demuestra.
Claro que nací, crecí y me desarrollé como persona y profesional en un contexto de pálidas y derrotas. No digo que el éxito explique la pasión y el sentimiento por el fútbol. No es así, pero tampoco hay que acostumbrarse a perder.
No estoy pidiendo que los hinchas de Belgrano, Instituto o Racing hagan fuerza el miércoles por Talleres. No llego a tanto. Pero sí que puedan observar la película completa. Tengo 50 pirulos y lo que viene es inédito.
Ojalá se pueda hacer historia.