En el mundo del fútbol, los hechos curiosos no son raros, pero lo ocurrido en la final del Torneo Apertura de Costa Rica ha dejado a muchos boquiabiertos. El Club Sport Herediano venció 2-0 a la Liga Deportiva Alajuelense en un partido que será recordado no solo por el resultado, sino por la peculiaridad de que uno de los arcos del estadio Carlos Alvarado era más alto de lo reglamentario.

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Previo al inicio del encuentro, el arquero del equipo visitante, Leonel Moreira, notó la diferencia en la altura del arco y presentó una queja formal. Los árbitros, con cinta métrica en mano, confirmaron que la altura del arco superaba los 2,44 metros reglamentarios. A pesar de las protestas del cuerpo técnico de Alajuelense, el partido se disputó de todas formas.

El encuentro comenzó con dominio del equipo local, que aprovechó la situación para sacar ventaja. Allan Cruz, quien regresó al Herediano tras su paso por el Cincinnati de la MLS, fue la figura del partido al anotar los dos goles que le dieron la victoria a su equipo. Con este resultado, Herediano llega con una ventaja importante para la revancha que se jugará el próximo viernes en el estadio Alejandro Morera Soto de Alajuela.

Este insólito episodio ha generado diversas reacciones en el mundo del fútbol, destacando la importancia de la precisión y el cumplimiento de las normas en los eventos deportivos.