En vistas de cómo se fue dando la continuidad de la práctica deportiva en este caso el rugby, las jugadoras de Universidad Nacional de Córdoba comenzaron en Marzo conjunto con el equipo masculino la pretemporada.

Es de entender que el parate por el covid-19 afectó directamente las competencias de rugby y el acceso a los espacios de uso común para el entreno. Sin embargo, parte importante del plantel logró fortalecer aún más el aspecto físico y la comunicación en conjunto para mantener en pie la unión del equipo.

-¿Qué representa el equipo de rugby femenino de la UNC ?

Las campeonas de todo torneo que se les cruce, demuestran el interés por mantener el desarrollo de la competencia y su participación. Este equipo se caracteriza por la diversidad de personas que lo componen, perteneciendo mayormente al círculo universitario, donde muchas de sus integrantes provienen de distintas provincias y ciudades a lo largo y ancho del país.

Lo que denota una riqueza incalculable respecto a cómo se desarrollan las jugadoras en torno a la vida universitaria y también a quienes eligieron a “la docta” para emplearse profesionalmente. El equipo está convencido de lo importante que es, que una persona encuentre sentido de pertenencia y también el hogar fuera de casa, desde la perspectiva deportiva esto añade valor al esfuerzo reflejado en cada partido que disputan.

La historia se viene escribiendo desde hace años siendo pioneras en el crecimiento del rugby jugado por mujeres, jugadora a jugadora se transmite una especie de herencia y valores que las representan a donde vayan. Es destacable al hablar con ellas y su staff el “hambre de la competencia” que conlleva a que todas sus integrantes concuerden sobre la importancia de ser disciplinadas en el cuidado de la alimentación, la salud física y mental.

 Campeonas del Seven Nacional de Clubes UAR  en Roca, Río Negro también en el 2019

-¿Y ahora como se sigue?

Para el plantel a pesar del contexto desafiante y las dificultades de que todas sus jugadoras puedan asistir a los entrenamientos, se mantiene vigente el compromiso con cooperar desde cualquier posición para que el equipo siga siendo líder de las competencias venideras.

También teniendo en cuenta que algunas de sus jugadoras se encuentran ligadas al proceso de selección nacional UAR. Para quienes sí pueden estar presencialmente hoy el desafío es priorizar la salud y el cuidado de todas las integrantes, también alzar y promover la competencia interna desde el juego individual en visión de un mejor juego grupal. La paciencia es un nuevo factor que acompaña la práctica y la convicción de entreno tras entreno elevar la vara de satisfacción desde lo que se espera de una jugadora integral para el equipo.

Las jugadoras Carla Farroni, Ariana Borgiani Pérez y Aylén Fernández forman parte del circuito del Seleccionado Nacional y estuvieron presentes en el Torneo Seven Valentin Martinez realizado en Uruguay  el pasado año 2020.

Vía: Analía Aguilera