Auckland, la ciudad más grande de Nueva Zelanda y en la que la Selección Argentina debutó ante Italia por la Copa del Mundo femenina de la FIFA, amaneció con mucha neblina pero al promediar la mañana ya había sol. 

El clima no es del todo amigable por esos pagos: siempre llueve, en algún momento del día, aunque sea un rato, se nubla, asoma el sol, vuelve a llover.

Pero no importó nada. Por lo menos no les importa nada a los hinchas argentinos que vinieron a alentar al equipo de Germán Portanova al estadio Eden Park de Kingsland contra la "Azzurra".