La impactante ovación a Riquelme en el partido de leyendas del Villarreal
Román estuvo presente en el evento por el centenario que hace el Submarino Amarillo en el estadio de la Cerámica
“Con él empezamos a soñar. Uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol. El último 10″. Estas fueron las palabras que empleó la voz del estadio para presentar a Juan Román Riquelme, el último que ingresó al campo de juego del estadio de la Cerámica para la foto de bienvenida y que anticipó al partido de leyendas en el marco del festejo por el centenario de la institución.
El ex enganche es considerado el mejor futbolista de la historia del Submarino Amarillo y así lo reconocieron los fanáticos, con una ovación extraordinaria. Desde muy temprano, decenas de hinchas de Boca Juniors se hicieron presentes porque no solamente el vicepresidente del club estuvo presente en la gala, sino también otro ídolo como Martín Palermo, que también vistió su camiseta.
El Villarreal, con Benito Floro como entrenador, formó con: Andrés Palop; Gonzalo Rodríguez, Joan Capdevilla, Diego Forlán, Robert Pires, Juan Román Riquelme, Javi Venta, Marcos Senna, Bruno Soriano y Unai Vergara. Los suplentes, que luego ingresaron, fueron Mariano Barbosa, Mateo Musacchio, Fabricio Coloccini, Josico, Cani, Víctor, Guayre, Juan Pablo Sorín, Héctor Font, Tasevski, Peña, Moisés y Xisco. Del otro lado, un rejunte de figuras españolas cuenta con nombres como Fernando Morientes, José Amavisca, Quique Setién, Juanfrán, Salva Ballesta, Iván Campo y la Gaviota Catanha, autor del 1-0. ¿Quién fue el árbitro del match? El que generó polémica en los cuartos de final del Mundial entre Argentina y Países Bajos: Antonio Mateu Lahoz.
En las horas previas, Riquelme y Palermo compartieron unos mates en el vestuario. Román, que viajó a España junto a su hijo Agustín, se encargó de saludar uno por uno a los presentes. En el vestidor ya lo estaba esperando la camiseta número 8 que luce en el verde césped para brillar como lo hizo desde su llegada al club en la temporada 2003/2004. Luego dieron la nota en el rectángulo verde y fueron de lo más destacado a lo largo del match.
Es cierto que durante su época como compañeros de Boca nunca tuvieron feeling e incluso lo reconocieron públicamente, pero ambos conformaron una sociedad que le dio excelentes réditos deportivos al club. Tras sus respectivos retiros, mantuvieron una relación de cordialidad y respeto, al punto tal que en los últimos mercados de pases se contactaron para resolver transferencias y préstamos de jugadores del Xeneize a Aldosivi y Platense, equipos dirigidos por Palermo.
Riquelme casi consigue el empate con este jugadón