En el partido entre Getafe y Sevilla por la jornada 30 de LaLiga de España, se vivió un lamentable episodio de racismo que tuvo como víctima al jugador Marcos Acuña. Durante el segundo tiempo, un grupo de aficionados locales le profirieron insultos racistas, llamándolo "mono" en varias ocasiones. Esta situación generó el repudio de los futbolistas de ambos equipos y provocó la detención temporal del partido hasta que cesaron los improperios.

Las reacciones no se hicieron esperar, con jugadores como Sergio Ramos y Djené condenando enérgicamente este tipo de conductas. Incluso el entrenador Quique Sánchez Flores, quien también fue objeto de insultos racistas, hizo hincapié en la gravedad de utilizar su etnia como un insulto.

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El árbitro del encuentro, Javier Iglesias Villanueva, dejó constancia en el acta de los insultos racistas dirigidos a Acuña. Siguiendo el protocolo establecido, el partido se detuvo y se anunció por megafonía la situación, reanudándose luego de dos minutos y medio.

El Sevilla FC emitió un comunicado condenando enérgicamente los insultos racistas y xenófobos sufridos por Marcos Acuña y su cuerpo técnico durante el partido.

Este lamentable episodio pone de manifiesto, una vez más, la necesidad de erradicar el racismo y la xenofobia del fútbol y de la sociedad en general. LaLiga también repudió el hecho en sus redes sociales.