Por primera vez sintió en carne propia lo que significa una transferencia, el pase de un club a otro. Y no en vano lo primero que en la mañana francesa de este miércoles señaló Lionel Messi, en su presentación, fue que salir del Barcelona era "muy duro". Escogió pasar la página rápido.

Ya como jugador del París Saint Germain, donde usará el dorsal 30 en la camiseta, y junto al presidente del club, Nasser Al-Khelaïfi, no dudó en afirmar que "tengo una felicidad enorme y mucha ilusión". Y prosiguió: "Quiero que pase rápido todo esto rápido. No aguanto más las ganas de entrenar, conocer a mis compañeros y el cuerpo técnico, y después jugar".

Calificó de "espectacular" tanto a la capital francesa como a "los fichajes que hizo" y no le esquivó a la pregunta de la deuda de la entidad, de ganar una Champions League: "Es un torneo difícil, que a veces no lo gana el mejor. A la afición le digo que vamos a dar el máximo para hacer lo que quiere este club: ganar, ganar y ganar. Ojalá pueda aportar lo mío para conseguir ese gran objetivo".

A un mes de obtener la Copa América con la selección, Messi consideró que "es todo nuevo para nosotros", pero adujo estar "preparado en lo deportivo y lo familiar".

Hubo elogios para Mauricio Pochettino, el santafesino que dirige al equipo, y alguna pregunta sobre sus inicios, donde no se escondió para decir "amo el fútbol".

Después, la recorrida y fotos de rigor en el Parque de los Príncipes. Y fundamentalmente, un encuentro con simpatizantes en los alrededores del estadio.