Murió Maradona: frases, goles e historias
El ídolo máximo del fútbol argentino falleció este miércoles a los 60 años. El recuerdo, con lo mejor suyo dentro de la cancha.
El ídolo máximo del fútbol argentino falleció este miércoles a los 60 años. El recuerdo, con lo mejor suyo dentro y fuera de la cancha.
El deporte mundial está de luto por la muerte de Diego Armando Maradona, quien falleció este miércoles 25 de noviembre a los 60 años por un paro cardíaco en su casa de Tigre.
De su infancia en Fiorito, su paso por Boca, la Selección y Europa hay miles de frases, imágenes e historias.
“Mis sueños son dos. Mi primer sueño es jugar en el Mundial. Y el segundo es salir campeón".
Corría el año 1970, un Diego de niño y en las Inferiores de Argentinos Juniors se proyectaba con la Selección Argentina y se esperanzaba con lograr un título.
Su debut en la Primera se produjo el 20 de octubre de 1976, a diez días de cumplir 16 años, por un partido del Campeonato Nacional, en la derrota de Argentinos Juniors perdió ante Talleres por 1 a 0.
Ingresó con la camiseta número 16 como reemplazante de Rubén Aníbal Giacobetti al comenzar el segundo tiempo. En la primera jugada que participó le realizó un caño a Juan Domingo Cabrera y la Paternal deliró.
Un día le llegó el turno en la Selección. El 27 de febrero de 1977, cuatro meses y siete días después de haber debutado en Argentinos, cumplió uno de sus sueños. El combinado nacional ganó 5 a 1 y él jugó con la camiseta 19, viniendo desde el banco de suplentes. “Va por Luque. Entre y haga lo que sabe”, afirman que le dijo César Luis Menotti cuando le golpeó la espalda y lo mandó al césped de La Bombonera.
“Tenía ganas de putear a Menotti cuando me dejó afuera en el ’78”.
El 19 de mayo de 1978, Maradona recibió uno de los primeros golpes de su carrera. “Los que salen son Bravo, Maradona y Bottaniz”. Esa es la frase que escuchó salir de la boca de Menotti que anunciaba que no jugaría en el Mundial que se desarrollaría en la Argentina.
Encuentro de cracks fue el que se dio en el Hotel Copacabana Palace de Río de Janeiro 9 de abril de 1979, cuando Maradona se juntó por primera vez con Pelé por gestión de la revista El Gráfico.
Cuando se jugó el Campeonato Sudamericano Juvenil en Uruguay, Diego había confesado sus deseos de conocer a Pelé y lo pudo lograr.
“Por favor, qué va a ser un sacrificio, no, no. Hacía muchísimo tiempo que quería conocerlo”, le dijo un Diego ilusionado con 18 años.
Su primer título con la Selección fue en 1979. Se consagró en el Mundial juvenil realizado en Japón. La final se disputó el 7 de septiembre en Tokio frente a la Unión Soviética al que le ganó por 3 a 1. Maradona convirtió uno de los goles y fue elegido el mejor jugador del torneo.
“Boca es lo más grande del país”.
A comienzos de 1981, Diego se quería ir de Argentinos y el club que hizo la oferta más importante fue River, que además le daba la posibilidad de ganar la misma plata que el jugador mejor pago del club, Ubaldo Fillol.
Sin embargo, el amor y sus deseos fueron más, por lo que terminó siendo transferido a Boca, que pasaba por una mala situación económica y no se encontraba en condiciones de comprar su pase. Finalmente fue cedido a préstamo por un año y medio al Xeneize, que se reservó la opción de compra.
Firmó el viernes 20 de febrero y el domingo ya debutó con dos goles de penal en el 4-1 ante Talleres.
El 10 de abril del ‘81 jugó su primer Superclásico frente a River, en La Bombonera. El partido se disputó una noche lluviosa y terminó con el triunfo de Boca por 3 a 0, con dos goles de Miguel Brindisi y uno de Maradona.
Dejó en el piso a Fillol y Tarantini con sucesivos amagues y gambetas para quedar inmortalizado una vez más. Otro grito inolvidable.
“En un momento, Diego intentó enfrentar la situación y tomar la palabra. El Abuelo le dijo que se quede tranquilo, que el asunto no era con él y lo invitó a retirarse. Pero el 10 bancó la parada y se quedó a apoyar a sus compañeros”, contaron tiempo después de la reacción de Maradona ante semejante atropello.
12- El 15 de agosto de 1981 consiguió su primer y único título en el fútbol argentino. En el final del Metropolitano, Boca se enfrentó con Racing en La Bombonera. El encuentro terminó 1 a 1 y con eso le bastó. El delirio de Maradona y la hinchada Xeneize no se hizo esperar.
“En el Mundial soy capaz de ir al arco con tal de estar en la cancha”.
Maradona tuvo su revancha y viajó a la Copa del Mundo en España 1982. Llegó para consagrarse, pero no lo pudo concretar. Apenas brilló en el 4-1 ante Hungría, cuando anotó sus dos primeros goles en un Mundial.
Argentina no pasó la segunda fase y hasta ahí llegó el sueño.
Luego del Mundial llegó su primera incursión en el fútbol europeo. Barcelona pagó 12 millones de pesetas para hacerse de sus servicios. Con el elenco culé debutó oficialmente el 4 de septiembre del ’82 en la derrota ante el Valencia de Mario Kempes por 2 a 1. Él, para no ser menos, convirtió el único tanto de su equipo.
El partido que lo catapultó de Barcelona para luego llegar a Nápoli no tiene un buen recuerdo, al contrario, es de los peores.
Una batalla campal en la final de la Copa del Rey ’84 ante Athletic de Bilbao luego de perder por 1 a 0 motivó que recibiera una suspensión de tres meses para jugar en España.
La presentación en el Nápoli fue el 5 de julio de 1984, ante un Stadio San Paolo repleto. Previo a eso, la conferencia de prensa llena de periodistas. La llegada del nuevo príncipe de Nápoles se hacía sentir en todos los ámbitos.
"Quiero convertirme en el ídolo de los chicos pobres de Nápoles, porque ellos son como lo fui yo en Buenos Aires", les dijo Diego.
Uno de sus tantos goles en Nápoli. Un recordado gol de tiro libre a la Juventus de Michel Platini, el 3 de noviembre de 1985 para la victoria de su equipo por 1 a 0.
Después de tres años sin jugar con la Selección, desde la eliminación con Brasil en España 1982, regresó al equipo el 9 de mayo de 1985, ya con Carlos Bilardo en el banco, con la cinta de capitán en el brazo izquierdo y el único gol del 1-1 en un amistoso con Paraguay, con un penal anotado con su sello.
El Pelusa y el Narigón. Maradona y Bilardo. Un amor de esos que tanto tuvo Diego, un sinfín de vaivenes siempre ligado a la Selección.
En su momento como jugador y entrenador, y luego como técnico y secretario de Selecciones Nacionales. Lo cierto es que cuando estaban juntos algo bueno iba a suceder.
"El equipo que ganó el Mundial de México 1986 es irrepetible".
Diego como capitán y emblema llevó a la Selección Argentina a ganar su segunda Copa del Mundo. Con compañeros como Jorge Burruchaga, Jorge Valdano y Oscar Ruggeri, entre otros, ese equipo quedó para el recuerdo.
Diego le metió dos a Inglaterra y Bélgica. También uno a Italia.
El gol con la mano y el denominado “Gol del siglo”. Dos imágenes que quedarán en la retina de todos los hinchas del fútbol, sin importar las nacionalidades.
Para los argentinos fue especial, hacía poco más de 4 años que Gran Bretaña había vencido en la Guerra de Malvinas y ese encuentro -sin comparar los hechos- fue tomado como una revancha.
El 2 de abril de 1987, en pleno esplendor en Nápoli, nació Dalma Nerea, la primera hija con Claudia Villafañe, su novia de toda la vida. Dos años más tarde nacería Giannina Dinorah, la segunda del matrimonio.
Se moría por tener un varón y alguna vez aseguró: “A la Claudia la estoy vacunando todos los días porque quiero un hijo varón”.
Tras la coronación en México, en la siguiente temporada alcanzó la gloria con el Napoli. El 10 de mayo de 1987, con el empate 1-1 con la Fiorentina en el San Paolo, el conjunto napolitano consiguió el ansiado Scudetto, con la yapa de la Copa de Italia. Luego sumó la Copa UEFA en 1989 y otro Scudetto en 1990.
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“Entré al Vaticano y vi el techo de oro. Me dije: ‘Cómo puede ser tan hijo de puta de vivir acá y después besar la panza de los nenes pobres’. Y ahí dejé de creer”.
Por su esplendor en Nápoli conoció al papa Juan Pablo II. Unos años después renegó de ese encuentro, al asegurar que el pontífice le había dado el mismo rosario que a sus acompañantes, pero le había aclarado que el suyo era especial: “Eran todos iguales”.
26- Con la uña del pie salida, el dedo gordo en carne viva y un tobillo morado que asombraba por su tamaño, afrontó el Mundial ’90. No anotó goles, pero condujo al equipo a la final. Dos momentos: los insultos cuando los italianos silbaban el Himno y su llanto con la medalla plateada tras la caída ante los alemanes.
Antes del Mundial ’90, tras un noviazgo de más de diez años, el 7 de noviembre de 1989 se casó con Claudia Villafañe, en una boda celebrada en el Luna Park, con más de 1200 invitados, muchos de los cuales llegaron desde Europa en un avión especialmente alquilado para la ocasión.
Maradona fue suspendido por la federación italiana tras dar positivo de cocaína en un control antidoping en un encuentro que Nápoli le ganó a Bari por 1 a 0 por la jornada 25 de la Serie A.
Tras cumplir la suspensión que duró 15 meses y luego de una ardua negociación para desvincularse del Nápoli, el 28 de septiembre de 1992 se puso la camiseta del Sevilla, dirigido por Carlos Bilardo.
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Con el peligro de quedar fuera del Mundial 1994, Maradona fue convocado de urgencia por Alfio Basile para el repechaje ante Australia. Su aporte sirvió para sostén anímico de un equipo golpeado y la asistencia para el gol de Abel Balbo en la ida en Sydney. "Al café le ponían algo y por ahí corríamos más. Eso Grondona lo sabía. Para jugar con Australia te daban un café veloz”, sostuvo Diego tiempo después de aquella serie.
El Mundial ’94 significaba su regreso con gloria. Un gol, con grito a la cámara ante Grecia, y una actuación inolvidable ante Nigeria así lo presagiaban, pero la mano de la enfermera Sue Ellen Carpenter y la famosa efedrina le cortaron las piernas. Otra suspensión y su última función como jugador en una Copa del Mundo.
“Yo soy leproso y a mí no me compra nadie”.
Previo a su retorno a la Selección y su último Mundial, Maradona se desvinculó de Sevilla, en el que nunca pudo hacer pie y se peleó con Bilardo.
Regresó a la Argentina y Newell’s fue el club elegido, donde 40 mil personas se juntaron en su primer entrenamiento. Ante Emelec, el 7 de octubre de 1993, hizo su presentación con un golazo de derecha. Tres días más tarde debutó con una derrota 3-1 ante Independiente. Apenas jugó cinco partidos oficiales.
Contratado por el gerenciador de Mandiyú, el entonces diputado menemista Roberto Cruz, el 9 de octubre de 1994 debutó como entrenador al frente del equipo correntino, en dupla con Carlos Fren. Sin título habilitante, vio desde la tribuna la derrota 1-2 ante Central.
En 1995 tuvo su momento como gremialista. ¿Cómo fue? Se juntó con figuras de renombre como Weah, Cantona, Blanc, Vialli y Raí, y el 28 de septiembre fundó el Sindicato Mundial de Futbolistas. La entidad pasó sin pena ni gloria y quedó sin relevancia.
Cuatro meses después de lo de Mandiyú, el 6 de enero de 1995, asumió en Racing: sin embargo, peleado con los árbitros y con la gente de la Academia, su campaña se limitó a dos triunfos en once encuentros dirigidos.
Consumado su regreso al fútbol, luego de su esporádica faceta de entrenador, Maradona regresó a jugar y en Boca.
El debut se produjo el sábado 7 de octubre de 1995, con un agónico triunfo 1-0 sobre Colón, con sus hijas saliendo de una caja. Aquella tarde es recordada por su invitación a pelear a Toresani.
En Boca jugó entre 1995 y 1997. Dejó un sinfín de pinceladas y varios goles en su última etapa como jugador. Un rumor sobre la muerte de su padre desencadenó su retiro definitivo.
El 1 de mayo del ’96, el presidente de Boca en aquel momento, Mauricio Macri, llevó adelante el remate de los palcos de la nueva Bombonera. Por 305 mil pesos, Maradona se ganó el derecho de elegir y tener por diez años el palco central. Luego el club se lo cedió de por vida.
El 25 de octubre de 1997 ante River -dirigido por Ramón Díaz- y en el Monumental, Maradona tuvo su última función como futbolista profesional. Jugó un flojo primer tiempo y el Bambino Veira lo reemplazó cuando su equipo caía 1-0. Entró Caniggia y el Xeneize lo dio vuelta.
Luego de aquel encuentro, Diego enunció la famosa frase sobre el Millonario: “A River se le cayó la bombacha”.
“Quedar afuera de un Mundial sólo es comparable a ver cómo le peguen a tu vieja y vos estás atado a una silla”.
En Francia 1998, el primer Mundial sin Maradona, la Selección Argentina había clasificado sin sobresaltos al terminar primera en las Eliminatorias Sudamericanas. Sin embargo, en la Copa del Mundo quedó afuera en cuartos de final ante Holanda.
A comienzos del 2000 Maradona sufrió una sobredosis y estuvo al borde de la muerte. Incluso, debió ser trasladado de urgencia a un hospital de Punta del Este donde celebraba Año Nuevo. Unos días más tarde arribó a Cuba para realizar allí su rehabilitación. Al bajar del avión se lo vio con sobrepeso, dificultad para caminar y sin apenas poder expresarse.
El 30 de octubre de 1998, en Rosario, un grupo de fanáticos fundó en su honor la Iglesia Maradoniana. Es el único futbolista -y quizá deportista- al que le han creado una para venerarlo.
Si bien en un principio Maradona había arribado a Cuba para un tratamiento de seis meses, el Diez vivió en La Habana por cuatro años, y luego volvería en 2005 para un segundo tratamiento. En el país centroamericano, el argentino vivió años intensos y entabló una gran amistad con Fidel Castro. A tal punto que se tatuó la imagen del político y dijo: “Todos los días, cuando me levanto, le doy un beso a Fidel".
"Yo me equivoqué y pagué, pero la pelota no se mancha".
El 10 de noviembre de 2001 le realizaron un partido homenaje a Maradona en La Bombonera. El encuentro finalizó 6-3 para Argentina que se enfrentó ante el Resto del Mundo y Diego anotó dos goles.
La pelea entre Maradona y Mauricio Macri comenzó en 1995, cuando el expresidente argentino había asumido como presidente del Xeneize y contrató como entrenador a Carlos Bilardo, que por entonces estaba enemistado con el Diez. En la actualidad, todavía continúan los conflictos que nunca fueron apaciguados.
En 2008 asumió como entrenador de la Selección Argentina. Estuvo a cargo durante 24 partidos en los que ganó 18 y perdió 6. Luego de la eliminación frente a Alemania en cuartos de final renunció.
"Lástima no se le tiene a nadie, Maestro. Si vos le tenes bronca, peléalo pero lástima a nadie".
En 2001, interrumpió a José Sanfilippo, quien discutía con Héctor Veira en el programa El Equipo de Primera y elaboró una de las frases más icónicas de la historia.
El 10 de octubre de 2009, la Selección Argentina se jugaba la clasificación al Mundial de Sudáfrica 2010, donde fue eliminado en cuartos de final. El equipo que conducía técnicamente el astro argentino necesitaba ganar para no quedar eliminado. Sin embargo, el triunfo llegó a través de los pies de Martín Palermo a los 47 minutos del complemento. Maradona, bajo una intensa lluvia, festejó los tres puntos con una palomita que quedó en el recuerdo popular.
Maradona y su eterno vínculo con Boca: el llamado a Palermo, sus peleas con Riquelme y la mejor canción de cancha
Tras su paso por la Selección, asume en el Al Wasl de los Emiratos Árabes Unidos, donde dirige durante casi un año. Luego de ser echado del Al Wasl, fue nombrado Embajador Honorario de Deportes de Dubai.
Cinco años después de su último trabajo, regresa a la dirección técnica para hacerse cargo de Al-Fujairah, de la Segunda División de EAU, pero deja su cargo a los pocos meses, luego de no lograr el ascenso. En julio sorprende al mundo al ser presentado como nuevo presidente de Dinamo Brest, de Bielorrusia, un cargo que nunca llegó a ejercer de manera efectiva.
En el Mundial de Rusia 2018, Argentina se jugó la clasificación a octavos ante Nigeria en la última fecha de la fase de grupos. Sin embargo, ese día las miradas se las llevó Maradona que estuvo presente en el palco y regaló imágenes como la del festejo cuando Messi puso el 1-0. Aquel partido, el verdadero show estuvo afuera del campo de juego.
“Con mi enfermedad yo di ventajas. ¿Sabés qué jugador hubiese sido yo si no hubiese tomado droga?”.
De la mano del Diez fue un programa conducido por el exfutbolista argentino Diego Armando Maradona y el periodista uruguayo Víctor Hugo Morales para llevar todo el contenido futbolístico y político que enmarcaba al Mundial de Rusia 2018. Algo similar había llevado a cabo en Brasil 2014 con el programa denominado De Zurda.
A lo largo de su vida, Maradona ha manifestado abiertamente su postura política. Cercano a las ideologías de izquierda -llegó a decir que es “completamente izquierdista, de pensamiento, de fe y de cerebro”-, incluso se lo ha visto en varias oportunidades junto a líderes de esta ideología como Hugo Chávez, Evo Morales o el propio Néstor Kirchner.
Su última manifestación fue el 17 de octubre de 2020 que, con motivo del Día de la Lealtad Peronista, escribió un comunicado en su Instagram. “Mi viejo era peronista, mi vieja adoraba a Evita, y yo fui, soy, y seré SIEMPRE peronista. Y esto no debería ser un problema. El problema es la intolerancia que nos plantaron”, afirmó.
En 2014 Maradona viajó a Italia para jugar un partido por la paz en el Estadio Olímpico de Roma. En esa ocasión aprovechó para visitar al papa Francisco a quien le regaló una camiseta de la selección argentina firmada por él. Fue una reconciliación con la Iglesia luego de que años antes haya finalizado su visita al Vaticano con una crítica a la opulencia.
"A los que no creyeron, con el perdón de las damas, que la chupen y la sigan chupando. Yo soy blanco o negro. Ustedes me trataron así, ahora sigan mamando".
Cuando aún era entrenador de la Selección Argentina, ya enojado con los periodistas por las críticas al conjunto nacional, Maradona lanzó esa frase en conferencia de prensa dirigida, puntualmente, al periodista Toti Pasman.
En 2018 asumió como entrenador de Dorados de Sinaloa en la Segunda División de México. Allí, al igual que lo hizo como jugador en 1986, encontró la felicidad y volvió a festejar en un vestuario, con baile incluido, previo a su retorno a la Argentina. Maradona volvió a ser feliz en el país Azteca.
El 5 de septiembre de 2019 es oficial el retorno de Maradona al fútbol argentino en el que tendría la difícil misión de conducir a Gimnasia La Plata a salvarse del descenso. En apenas unos días, el club suma miles de socios y una vez comenzado el torneo, Pelusa es honrado en cada cancha del país que visita.
Maradona asumió como nuevo entrenador de Gimnasia La Plata y el primer entrenamiento fue abierto a los socios en el estadio Juan Carmelo Zerillo que estuvo repleto de hinchas que se presentaron para darle una histórica bienvenida a una leyenda.