Recordando a Horacio Accavallo: dos años del fallecimiento del legendario campeón mundial de boxeo
A dos años de la partida de Horacio Accavallo, la historia del boxeador argentino sigue resonando en el corazón de los aficionados. Desde su dura infancia hasta su consagración como campeón mundial, Accavallo dejó una huella imborrable en el deporte y en la cultura argentina.
Hoy se conmemora el segundo aniversario del fallecimiento de Horacio Accavallo, un nombre que se encuentra grabado en la historia del boxeo argentino. Accavallo, quien nació el 14 de octubre de 1934 en Villa Diamante, Lanús, se destacó como el segundo argentino en conquistar un título mundial, siguiendo los pasos de Pascual Pérez. Su victoria sobre el japonés Katsuyoshi Takayama el 1 de marzo de 1966 en Tokio marcó un hito en el deporte, estableciéndolo como un ícono del boxeo.
Accavallo tuvo una infancia marcada por la adversidad. Hijo de inmigrantes italianos y españoles que eran analfabetos, enfrentó una dura realidad desde temprana edad. Trabajó como cartonero, botellero y lustra botas, antes de encontrar su camino en el ring. Su historia de superación personal y profesional es un testimonio de su resiliencia y determinación.
Durante su carrera, Accavallo defendió exitosamente su título mundial en tres ocasiones, enfrentándose a rivales como Hiroyuki Ebihara y Efren "El Alacrán" Torres en el mítico Luna Park. Su habilidad y fortaleza le permitieron finalizar su carrera invicto como campeón, con un impresionante récord de 75 victorias en 83 combates, 34 de ellas por nocaut.
Además de su destacada carrera en el boxeo, Accavallo también incursionó en el cine, participando en la película "Destino para dos" en 1968. En 1980, fue reconocido con un Diploma al Mérito en los Premios Konex como uno de los cinco mejores boxeadores de la historia en Argentina.
El recuerdo de Horacio Accavallo sigue vivo en el corazón de los argentinos. Su hijo, Horacio Accavallo Jr., lo homenajeó en su cuenta de Instagram, diciendo: “Así te voy a recordar viejo! Con los brazos en alto como un Campeón. Gracias por tus enseñanzas y por inculcarme tus valores. Descansa en paz.”
Hoy, al rendir homenaje a este grande del boxeo, recordamos no solo sus logros en el ring, sino también su legado como un símbolo de lucha, perseverancia y orgullo nacional.