Super Bowl: Tampa Bay Buccaneers-Kansas City Chiefs
Las miradas están puestas en el prometedor choque entre los quarterbacks
Este domingo, desde las 20 en la Argentina, se jugará la gran final de la NFL. Tampa Bay Buccaneers y Kansas City Chiefs, vigente campeón, protagonizarán la 55ª edición del Super Bowl en el Estadio Raymond James en Tampa, Florida. Y será un partido más que particular y esperado por diversos motivos. El partido puede verse por ESPN 2 desde las 19, con los momentos previos.
Hay tres focos fundamentales que lo transforman en un partido especial. Tampa Bay será el primer equipo en jugar un Super Bowl en su estadio local y tendrá al veterano mariscal de campo Tom Brady, que alcanzará su décima participación en la final, un récord histórico para la NFL. Por otro lado, será la definición con menor asistencia de la historia: habrá únicamente 22.000 espectadores y un total de 25.000 asistentes con todo el personal que trabaja en el evento.
Cada asistente tendrá un paquete individual de prevención que incluye mascarilla, gel desinfectante y una guía donde se indican todos los protocolos que se deberán seguir de manera obligatoria, como guardar distancia social. Solo se ocupará un tercio del Raymond James Stadium y 7.500 de los 22.000 asistentes serán empleados del sistema de salud estadounidense que han tomado la decisión de vacunarse contra el coronavirus.
Sus entradas serán gratuitas, mientras que aquellos que desean presenciar el partido tendrán que desembolsar entre ocho mil y 45 mil dólares para comprar un ticket. Por otro lado, se espera que al menos 100 millones de espectadores sigan el partido por la televisión en los Estados Unidos.
Brady vs. Mahomes, la gran atracción
Los Buccaneers, que únicamente fueron campeones en 2002, serán liderados por el mariscal de campo Tom Brady, quien jugará su décima final en la historia y la primera en su actual franquicia, ya que las anteriores lo afrontó con New England Patriots. Uno de los mejores jugadores de la historia volverá el domingo al Super Bowl a la caza de su séptimo anillo y de alargar una legendaria carrera a sus 43 años.
Con las 10 apariciones en el Super Bowl, que se extienden a lo largo de tres décadas y cuatro presidencias de Estados Unidos, Brady habrá jugado el 48% de las finales disputadas desde su llegada a la NFL y el 18% de las 55 ediciones en total de la historia. Sus cifras personales superan las de prácticamente las 32 franquicias de la NFL ya que únicamente una de ellas, los Patriots, cuentan con más participaciones en Super Bowl (11) que el mariscal de campo y solo este equipo y los Pittsburgh Steelers le igualan por ahora en títulos.
En el apartado de premios individuales cuenta en sus vitrinas con tres MVP (Jugador Más Valioso) de la temporada de la NFL (2007, 2010 y 2017) y otros cuatro del juego de Super Bowl (campañas 2001, 2003, 2014 y 2016). Ahora, tendrá uno de los grandes retos de su carrera.
Enfrente estará Kansas City Chiefs, liderado por Patrick Mahomes, quien a los 25 años está llamado a hacer historia en la NFL. El joven ya ha recogido los premios al Jugador Más Valioso (MVP) de la temporada en 2018 y del Super Bowl que los Chiefs le ganaron a los San Francisco 49ers el año pasado. Esta temporada, convertido ya en el nuevo rostro de la NFL, el texano ha sabido aguantar la presión hasta llegar a ser el mariscal de campo más joven en alcanzar la final en dos campañas consecutivas.
Mahomes, dueño de un talento extraordinario que se eleva en las jugadas decisivas, simboliza un cambio de época en la NFL tanto por su estilo de juego -más rápido y dinámico que Brady pero también con un poderoso pase- como por el compromiso público con causas sociales, especialmente la lucha contra el racismo. Ahora, se medirá frente a Brady por quinta vez (las anteriores se repartieron dos victorias para cada uno) y será la final con mayor diferencia de edad entre los 'quarterbacks'.
El show del entretiempo
Tras el show de Shakira y Jennifer Lopez en 2020, la NFL apostó para este año con uno de los artistas más destacados del momento: The Weeknd. Y aunque la liga dota a los artistas con una cifra que oscila entre los 500 mil y el millón de dólares, el reconocido cantante canadiense decidió añadir siete millones de su bolsillo para generar una "experiencia cinematográfica" en los poco menos de 15 minutos que tendrá en el escenario en el show del entretiempo.
Con intención de "hacer que el show del descanso sea lo que ha visionado en su cabeza", The Weeknd apostó fuerte con su dinero. "Estamos realmente enfocados en conectar con los fans que estén en casa y hacer de las actuaciones una experiencia cinemática. Y todo ello lo queremos hacer en la Super Bowl", contó Abel Makkonen Tesfaye, consciente de que en directo tan solo contará con un tercio de la capacidad del aforo. Cabe recordar que los artistas no cobran por la actuación, pero la exposición es tan alta que se traduce en un aumento en sus ventas de discos que oscila entre 60% y 90% durante varias semanas tras la emisión.