Charly, hoy, 7-2
El 23 de octubre del 51, cuando aún vivía Evita y el país era otro, nació Carlos Alberto García Moreno, el señor que hoy no necesita en su país, la Argentina, más que su nombre, su apodo familiar en diminutivo en realidad, para ser identificado. Acá les llamamos Diego, el Che o Néstor, y sabemos de quiénes hablamos. Hoy es su cumpleaños y nosotros, los oyentes de su inmensa obra, podemos celebrar que nos tocó ser contemporáneos suyos
Una vez me tocó escribir sobre su importancia en el país. Y se me ocurrió decir que algún día los colectiveros de la ciudad llevarán el sticker de su bigote bicolor al lado de un Gardel sonriente. De una.
Eso es la Argentina.
Quienes estamos hoy aquí, sobrevivientes por las emociones de una elección, de una final del mundo con atajada inconmensurable en el último minuto, de una feroz dictadura y de todos o casi todos los males de este mundo, al menos podremos jactarnos de ser contemporáneos de su presencia.
Quienes hemos tenido el gusto de estar cerca suyo, mucho más aún.
Hoy podrían preguntarme cuál es el más grande momento vivido gracias a él. Y dudaría en elegir, claro.
Recuerdo que me tocó estar frente a un televisor cuando Maradona le hizo los dos goles a los ingleses en México y ser parte de la multitud que celebró el regreso de la Democracia.
Entonces, qué difícil elegir una noche de Charly. Un disco, un show.
Diría el momento de Piano Bar. Año 84.
Festejábamos un presidente civil, el retorno de las libertades y que él nos dijera que habiendo crecido con Videla, pasaba su tiempo demoliendo hoteles.
Tengo la entrada de ese concierto memorable, y muchas otras de sus shows, y el vinilo original, y el programa del Luna Park.
Recuerdo con cuánta emoción vimos que grabó el disco tan rápido, que a su hermano Dany le quedó tiempo como para hacer un video.
Quienes hoy estamos en este país del sur, somos sus Salieris, vivimos robándole melodías.
Sabemos de sus imperfecciones, de sus debilidades, de sus contradicciones. Y no nos importa.
Charly es Charly, lo sabemos.
García es el que hasta desafió la lógica tirándose a la pileta desde un noveno piso.
Hoy está con el físico complicado, y claro.
Sabemos que no es nada fácil ser Maradona, o Charly García, en este mundo de hoy. En este país.
Cumple 72. Que sean felices.
Hoy tenemos también ese motivo para festejar.
Hoy podemos brindar por la vida, celebrando que seguimos en pie.