Durante sus primeros 21 años fue Hebe María Pastor, hasta que se casó con Humberto Bonafini y sumó al suyo, el apellido de su compañero. Así eran esos tiempos. Había nacido en diciembre de 1928.

Después que desaparecieron sus dos hijos varones y su nuera, pasó a ser simplemente Hebe. Como en la Argentina son Diego, Eva, Charly y Fito. No hay necesidad de aclarar nada más.

Hebe estuvo una vez en Disco Pi, adelantando una visita que haría para dar una charla en Villa Allende. Y se cruzó con los Coplanacu.

Disco Pi: el encuentro de Hebe y Coplanacu

Escribió Fito Páez en su descarnada y extensísima canción La casa desaparecida, que las radios nunca pasaron y pasan, no se sabe si por descarnada o por extensa, sobre ese tiempo de los 70 en que las vecinas “no entienden qué ha pasado en este barrio tan tranquilo, tan callado”. Pregunta el rosarino: “¿Y quién dio la orden de cambiar el mundo?”. Suma una descripción poética: “De leer Antena en la peluquería, a jamás volver a sentir alegría”. Y la conclusión es contundente: “Madres muy desesperadas, cocinaban y planchaban; hoy sus hijos son caníbales fantasmas. Los cadáveres se guardan o se esconden en el río en palacios de memoria ensangrentada”.

Hebe de Bonafini con Las Madres de Plaza de Mayo. Foto: redes
Hebe de Bonafini con Las Madres de Plaza de Mayo. Foto: redes

Hebe hizo sólo la escuela primaria y era ama de casa hasta que (le) pasó lo que (le) pasó. En febrero del 77 “desapareció” su hijo mayor, Jorge. Unos meses después, corrió la misma ¿suerte? su otro hijo varón, Raúl. Y en mayo del 78 fue llevada hasta ningún lado su nueva María Elena, la esposa de Jorge.

Eso tan tremendo convirtió a la sencilla y anónima mujer de La Plata en una líder revolucionaria como ninguna otra hubo en el mundo. El Che sin barba y uniforme pero con pañuelo blanco.

Hebe tenía un uniforme de combate, era un batón de señora de barrio.

Recibió muchos homenajes, disfrutó los abrazos que le dieron a ella y a sus compañeras de lucha tantos hijas e hijos, célebres o no, que encontró en su camino y siempre sobrevivió al espanto: en 2001 entraron a su casa, buscándola, y como no estaba, torturaron a su hija Alejandra.

Hebe de Bonafini con Las Madres de Plaza de Mayo. Foto: redes
Hebe de Bonafini con Las Madres de Plaza de Mayo. Foto: redes

Hebe fue presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo y conductora de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, de la cual dependen un instituto universitario nacional, un periódico, una radio, una casa cultural y una librería, y es además la administradora de un centro cultural que funciona donde se encontraba la ESMA, Escuela de Mecánica de la Armada, principal centro clandestino de detención que existió en el país.

Murió el 20 de noviembre pasado a los 93 años.