El rock, por las Madres de Plaza de Mayo
Fue en octubre de 1997 en el Estadio de Ferro. Se transmitió en vivo por radio y por televisión, se grabó un disco en vivo, toda la recaudación fue para la Asociación de esas mujeres que, motivadas sólo por el Amor a sus hijos masacrados, 20 años atrás se habían animado a enfrentar la represión de la Dictadura. El hecho lo recupera el autor de estas notas, que estuvo allí. Fue cuando el país era otro
No fue, como se había impreso en todos lados, en entradas, en afiches, en credenciales y en el programa, el viernes 10 y el sábado 11. El primer día se tuvo que suspender por mal tiempo, lo recuerdo claramente. Llovió todo, aunque buena parte del público había entrado esperando que en algún momento se produjera el milagro de la música, Así que el festival de rock que reunió por única vez a casi todas las mayores estrellas locales del género de ese momento, en el escenario del estadio de Ferro, se hizo el sábado y el domingo: fue el 11 y el 12.
Era octubre, era primavera. Ese lugar en el barrio de Caballito, de Buenos Aires, no era nada extraño para el rock local. Allí mismo había debutado como solista Charly García en el fin del 82, cuando los militares en el gobierno, después de la derrota en Malvinas, empezaban a emprender la retirada.
No había por entonces negacionistas. No en el concierto al menos. Nadie contaba si habían sido 30 mil, si había habido una guerra, si los demonios habían sido dos. Victoria Villarruel tenía 2 años y medio.
En nombre del Amor y por las Madres que habían dado -y siguen dando- el ejemplo de cómo luchar a pesar de los pesares, estuvieron León Gieco -abrió el festival cantando, claro, Sólo le pido a Dios-, la Bersuit -en notorio ascenso, aún no habían llegado a la cumbre-, Actitud María Marta, Divididos -hicieron sus clásicos y por única vez El embudo en vivo con León, Chizzo de La Renga e Iván Noble de Los Caballeros de la Quema-, ANIMAL con el español Fermín Muguruza como invitado, y Los Piojos, que era el grupo más impactante en esas horas, con un especial Pensar en nada con Gieco. Con todo, la emotividad tuvo su punto cumbre en esa primera noche cuando León entonó Cinco siglos igual con Hebe de Bonafini al lado suyo.
En el segundo día, o sea en la noche del domingo 12, -la selección dirigida por Passarella jugaba frente a Uruguay, salieron 0 a 0- en Ferro arrancaron Los Caballeros de la Quema. Siguieron Las Pelotas y Malón, habló Hebe -sus palabras fueron memorables, muy maradonianas- Rata Blanca. Cerró La Renga, ya confirmado que sin la aparición de Rage Against The Machine, que se había comentado que tocaría.
Transmitieron en vivo la FM Rock & Pop y MTV, se publicó un disco en vivo, y se aplaude. Quienes estuvimos, sabemos que en este país vivía la memoria. Hoy nos preguntamos si aún es así. En algunos corazones seguro que sí.