El supergrupo que no podría haber creado todo el dinero del mundo
Imaginen: un beatle y Bob Dylan juntos en una banda, y con ellos la voz más reconocida de la historia del rock, más un gran productor y un músico adorado por propios y extraños. Todos juntos. Eligieron ponerse seudónimos pero nunca ocultaron sus rostros. Sucedió, sí, y solo porque eran amigos y se divertían
¿Alguien podría haber reunido en una misma banda a George Harrison y Bob Dylan? En el sueño delirante de alguien, se podría haber sumado a un gran cantante como Roy Orbison, más el notable productor Jeff Lynne -que también es un formidable músico, que condujo ese grupazo que fue la Electric Light Orchestra- y otro músico de excepción, Tom Petty. Nadie, por más abultada que hubiera tenido su billetera, lo podría haber hecho. Pero lo consiguió la amistad y la buena onda entre los músicos. Y la casualidad, claro.
Se armó la banda en el verano de 1988, en Los Angeles, cuando Harrison estaba produciendo algo suyo junto a Jeff Lynne, el de la ELO, para su disco Cloud Nine, donde cantaría Orbison. A George, queridísimo por muchos, se le ocurrió pedirle una guitarra a su amigo Bob Dylan. Y acompañado por Petty, fue a la casa de Bob en Malibú, California. Más o menos así arrancó todo.
Hicieron un supergrupo, el de los sueños, y grabaron un disco hermoso. Fueron exitosos. Eligieron llamarse con seudónimos: Harrison era Nelson Wilbury, Dylan era Lucky Wilbury, Orbison era Lefty Wilbuy, Lynne era Otis Wilbury y Petty era Charlie T. Wilbury Jr. Pero nunca ocultaron sus rostros.
Después sobrevino la tragedia. El quinteto empezó a desarmarse en diciembre del 88, cuando murió Roy Orbison, que con ese proyecto grupal y con un buen disco solista que había sido producido justamente por Lynne, había recuperado buena parte del brillo que tuvo durante décadas, desde que apareció en los 50, en los mismísimos albores de la historia del rock. Parecía el más grande de todos pero sólo tenía 52 años.
Dicen que hubo un segundo disco que quedó inédito. Lo cierto es que el supergrupo como quinteto hizo solo uno, el Volumen 1, y luego, ya como cuarteto, o sea sin Orbison, hizo el segundo, que significativamente se llama Volumen 3.
Los Traveling Wilburys nunca hicieron giras, aunque sus integrantes lo deseaban porque les parecía que podía ser algo divertido.
En junio de 2007 apareció un box set con tres discos y un libro: los dos álbumes del grupo y un dvd documental que está grabado casi casualmente cuando se hizo el primer álbum. Y fue un gran éxito de ventas.
Esta historia demuestra que el dinero no lo puede comprar todo. Que hay ciertas cosas que se hacen porque así lo ordena el corazón.
Ya no están Harrison, Petty y Orbison. Esta historia de los Wilburys viajeros será una más en la gran historia.