Ruben Rada cumple 80
El cantante y percusionista, también autor y showman, es una de las más grandes figuras que ha dado la música popular del Sur del mundo en los últimos 60 años. Ya es tiempo de decirlo. Nació y vive en Montevideo. Se celebra su vida y su música
A mí se hace cuento que un día nació Ruben Rada. Lo juzgo eterno como el agua y el aire.
Sí, ya sé que es una cita -un robo, más bien- de Jorge Luis Borges. Pero vale.
Por todo.
Por la estatura del poeta, por la estatura del músico, porque corresponde que todo sea en ese tamaño.
No es una exageración.
Algún día, seguramente no muy lejano, se dirá cuán importante y trascendente es Rada.
Ruben Rada es tan nuestro, de acá, del Sur del mundo, que no sentimos tener una excesiva confianza diciéndole Negro.
El Negro Rada nació como Omar Ruben Rada Silva en Montevideo hace 80 años. Y aquí comienza la leyenda. No se sabe bien si fue el 17 de junio o el 16 de julio del 43. Así son las cosas en este lugar del planeta con la gente pobre. Fue en ese invierno, sí.
O sea que está por cumplir los 80.
¡80 años Rada! Increíble.
Uno piensa en toda la gente, desde que era un niño, y después también, que vio con 80, y sí, esa gente eran viejitos de andar lento y balbuceante. ¡Pero Rada no!
Rada sigue siendo el señor que canta y baila y toca las tumbadoras como nadie, como si todavía tuviera 30…
No es tiempo éste de andar recorriendo su biografía. Para eso están los historiadores, gente seria, y los que escriben cosas en internet, gente no siempre seria.
Se podría hablar de Zapatito, que cuando Rada era preadolescente -zapatito porque ya calzaba 43-, o de El Kinto, que inventó el candombe beat, o de Richie Silver, que era su alter ego cuando cantaba con los Hot Blowers, o de Tótem, maestros, o de cuando se fue a los Estados Unidos y cantó con Opa, asombrando al otro gran mundo, o de cuando volvió al Sur y se instaló en Buenos Aires.
Recuerdo cuando lo vi, mil veces, en los años 80. Nunca pude creer qué buenos que eran sus shows.
Nunca creeremos qué bueno es lo suyo.
Rada vive en Montevideo ahora. Tiene su casa propia. Bien, bien, se lo merece.
Recuerdo que una vez, hace ya muchos años, nos encontramos en Buenos Aires por una entrevista para la revista en la que escribía, Rolling Stone.
Esa noche hablamos mucho, de hijos, los suyos y los míos, y de la situación de vida. Ahí me contó que estaba feliz porque finalmente había podido comprarse una casa. ¡Recién ahí, ya en este siglo!
Es que Rada no fue muy ordenado con sus cosas y le dio todo a la música. Incluso descuidando sus propias cosas.
Hoy tiene una hermosa herencia con su hija cantora y su hijo músico. A los que yo vi nacer, uy dió, qué cosa el tiempo.
Y cumple 80. Ya se preparan homenajes. Y está bien. Se lo merece.