Trueno, de la Comuna 4
No se debe desconocer que la escena de la música popular argentina ha recuperado, en los últimos tiempos, la trascendencia internacional que consiguieron en su momento -en los 80 y en los 90- algunas superestrellas del rock local. Esto, independientemente de la estatura artística de cada uno. Cuánto brillo tuvieron o tienen Gustavo Cerati, Miguel Mateos, Charly García o Andrés Calamaro, en esa instancia, es una cuestión de gustos. Y ya se sabe que sobre eso no hay nada escrito. Hoy es el tiempo del suceso de Bizarrap, Duki, Tiago PZK, Nicki Nicole, María Becerra y quizá en un escalón más arriba -otra vez la subjetividad- Wos y Trueno, el chico del barrio pobre pero colorido, La Boca; el de la Comuna postergada -en el macrista CABA-. El de esta tierra que llama Zanta
Esta gente de la música urbana sabe que, como dijo Atahualpa Yupanqui, el camino se compone de infinitas llegadas. Entonces generan noticias día a día. Por eso es tan seguirles el paso. Pareciera que no se detienen. Y es que no lo hacen. Wos acaba de grabar con el veterano Gustavo Santaolalla, que todo lo ve antes y mejor. Uno -o una, siempre es así- anuncia un mega show en un multitudinario estadio. O más de uno, tal es su aparentemente irrefrenable convocatoria. Otro ú otra llega a las cumbres del streaming mundial, el chart de hoy. Otro ú otra lanza nuevo contenido en colaboraciones siempre desprejuiciadas. Todo ya, todo ya. Esa es la velocidad de hoy. Y son jovencitos. En unos días más, Trueno cumplirá recién 22 años.
Mateo Palacios Corazzina, freestyler carismático, es una de las superestrellas de estas horas. Nació el 25 de marzo de 2002 en La Boca, Buenos Aires, y es fiel a su origen: donde va, cita a su barrio, a la Comuna de sus primeros pasos, y a su club, Boca Juniors, que tiene en su corazón. Es quien se arriesgó a más, y buscó a Víctor Heredia, héroe de otros tiempos, para sumarlo a su estética y así subirlo a su cielo.
¿Qué decir de Trueno? Mucho y nada. Botones de muestra de quién es y qué hace, hay en todos lados.
Nadie hoy puede excusarse diciendo que no se enteró por que nadie le avisó.
Esta es hoy la música joven de este país que está viviendo y sufriendo lo que ya todos saben o deberían saber.
Y es tal la velocidad con que Trueno y su gente, compañeras y compañeros de ruta, avanzan, que algo que sucedió hace un par de años - o tres, claro-, es viejísimo.
Y es verdad.