Un fenómeno pop llamado Taylor Swift
Es la artista más popular de este momento, dicen todos con llamativa liviandad. Es "lo más", dicen muchos jóvenes, casi obviamente bien informados de las novedades. Y no todos los adultos saben que esta mujer norteamericana rubia y hermosa, de 33 años, que vive un poco en Nashville, Tennessee, y otro poco en Beverly Hills, Los Angeles, California, es una megaestrella por donde se la vea. Además, es una magnífica estratega en el cenagoso terreno de los grandes negocios. Y canta y baila muy bien
Llegará en noviembre a la Argentina por primera vez. Así que en los próximos meses aparecerán, aquí y allá, especialistas en ella. Gente que la re-sabe “desde siempre”.
Somos así.
Por eso conviene ir informándose bien.
Taylor Swift, la artista más popular en el mundo hoy, norteamericana, muy bonita y muy seductora para cercanos y lejanos, actúa, canta y compone muy bien.
Es como Madonna, podría decirse.
Y eso es muy poco, dicen los fans, entusiasmados.
Taylor Swift viene del country.
Es más: en la película Hannah Montana, basada en la serie de Disney Channel, del 2009, que retrata ese mundillo estadounidense, aparece como una cantante, no nombrada, que toca en un show benéfico.
Hoy es reina del pop.
Ha vendido millones de discos y sus canciones tienen millones de descargas.
Tiene diez discos editados, desde su debut en 2006, y tres más, que son en rigor regrabaciones con producción propia de trabajos muy exitosos, hechas para que quienes usufructuaron indebidamente de ella en su momento, no sigan aprovechando el gran negocio que hoy ha llegado a ser.
Todas las cifras, como la inflación en la Argentina, serán diversas según quienes las difundan y quieran sonar más impactantes, por conveniencia propia (de vanidad o económica, o por las dos cuestiones). Y nadie las recordará.
Para estos shows en el país, que tendrán una duración de tres horas, en los que la chica interpretará algo más de 40 canciones, ya se han puesto en venta las entradas. Y van camino a agotarse, aunque, claro, no son baratas para el público local.
Los tickets en el campo, pegado al escenario, costarán 75 mil pesos, o sea unos 150 o 160 dólares. Pero esto es muy barato para los extranjeros, teniéndose en cuenta lo mucho que se cotizan en el Primer Mundo los boletos para un show de la chica.
Habrá plateas preferenciales a 85 mil y otras plateas con visión lateral a 75 mil. Y habrá también paquetes VIP, que llegan a los 175 mil pesos.
Obviamente, para estas cuestiones de la Swiftonomics, también aparecerán, próximamente, muchos “especialistas”.
Se sugiere guardar para ese momento esta nota, o recordar al menos la advertencia.
También aparecerán los difusores del escandalete.
Doble contra sencillo se puede apostar a que alguien hablará de que, luego de que se conocieran los muchos romances que ha tenido o se le han adjudicado a la cantante, aparecieron en los Estados Unidos unas remeras con la inscripción Más Novios que T.S., lo cual no le cayó bien a nadie.
Eso acá irritará a mucha gente, afortunadamente. Recuérdese aquello del Yo no estuve con Norita.
La super exitosa Taylor Swift maneja su vida como puede. Es medida, sonríe cuando debe hacerlo, sortea con elegancia las dificultades que la altura le pone, y vive lo que quiere como lo quiere. Eso sí, no quiere aparecer como híper sexy y soporta con estoicismo que se hable mucho de ella y que hasta los presidentes más poderosos del mundo hagan comentarios sobre su figura, su prestigio y su fama.
Ya escucharemos todo de ella próximamente.
¡Otra que lo que pasó con los Guns’n’Roses durante la presidencia de Carlos Menem! Se recordará, lo de aquellos forajidos…