Creció el porcentaje de jefas de hogar que alquilan
La brecha salarial y la informalidad laboral, son los obstáculos que ellas deben enfrentar para poder rentar una vivienda. El alquiler a cargo de mujeres creció un 7% en Córdoba.
En los últimos diez años, la jefatura femenina de hogares viene creciendo en el Gran Córdoba. Pasó del 39,5% en 2010, al 52% en 2019, según datos de la Encuesta Permanente de Hogares (2010-2019) y del Censo 2010, el último disponible.
Esta tendencia también se verifica en los alquileres. Mientras que en 2010 hubo 42,6% de hogares inquilinos a cargo de mujeres (54.478), para 2019 ese porcentaje creció hasta el 49,6% (76.736). Entre ellas, seis de cada diez tienen entre 18 y 39 años, otras tres van de los 40 a los 59 años, y una es mayor a 60 años.
“En relación a los tipos de hogares inquilinos, en la última década se observa un incremento de los hogares monoparentales con jefatura femenina, en particular cuando se agudiza la crisis de los últimos años”, explica Alejandro Brunelli Giorgis, autor de la tesis “El acceso a la vivienda en alquiler en Córdoba Capital desde el derecho a la ciudad y la perspectiva de género”, correspondiente a la Maestría en Gestión y Desarrollo Habitacional de la UNC.
Un dato patentiza esa tendencia: en 2019, el 83,5% de los hogares inquilinos monoparentales estaba a cargo de mujeres, mientras que solo el 16,5% se encontraba a cargo de varones, según apunta el autor del trabajo. En el mismo sentido, también se observa una mayor cantidad de jefas mujeres en los hogares extendidos, ensamblados o con familiares no directos.
Otro dato que surge del trabajo es el nivel de pobreza de los hogares a cargo de mujeres que alquilan: en 2019, el 16% del total se encontraba por debajo de la línea de pobreza (8.805) y un 4,5% en la indigencia.
“Los hogares que se encontraban por debajo de la línea de pobreza ese año tenían ingresos inferiores a los $10.300, lo cual se traduce en condiciones de precariedad en el acceso al alquiler, ya sea por el contrato o la situación habitacional de las viviendas alquiladas”, afirma el Brunelli Giorgis.
Dos factores podrían explicar esta situación: la condición informal del trabajo femenino –que representa un 40% a lo largo de la última década– y la mayor desigualdad en la distribución del ingreso.
Viviendas más precarias
“Las localizaciones con valores más bajos de alquiler, además de la precariedad de las condiciones contractuales y habitacionales, poseen carencias de servicios e infraestructuras. Esto genera una sobrecarga en el trabajo de cuidados que realizan mayoritariamente las mujeres”, manifiesta Alejandro Brunelli.
Como parte de su investigación, el joven realizó durante 2019 una encuesta a 380 inquilinos e inquilinas de Córdoba.
El relevamiento verifica que el 50% de las mujeres y disidencias no cuenta con las garantías exigidas para alquilar o no puede afrontar los gastos de contratos, comisiones y depósitos. Se trata de un dato relevante, vinculado a la mayor precariedad laboral y de ingresos de ese grupo poblacional.
“La exigencia de la tenencia de propiedad como garantía de acceso al alquiler afecta diferencialmente en las mujeres, ya que las propiedades están concentradas mayoritariamente en hombres o en hogares a cargo de hombres. Además, una gran cantidad fue cuestionada por sus ingresos, fue rechazada por la tenencia de hijos o hijas y/o no pudo alquilar en tanto ‘no hay un varón formando parte del núcleo familiar’. Esto, además de constituirse en hechos de violencia o discriminación por género, permite explicar en parte el desplazamiento hacia el mercado informal de alquileres”, señala el tesista.
Avance de la “inquilinización”
La cantidad de hogares alquilados en el Gran Córdoba pasó del 20% en 2001, al 29,5% en 2018, según datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH). Es una realidad que abarca a todo el país, pero con una expansión muy marcada en los grandes centros urbanos.
“Este proceso significativo de inquilinización de los hogares que se verificó en el último decenio revirtió una tendencia histórica creciente de acceso a la vivienda en propiedad”, contextualiza Brunelli Giorgis.
Los hogares en condición de inquilinos en la ciudad de Córdoba están concentrados mayoritariamente en algunos sectores.
Según el Censo 2010, los barrios con más de 1.000 hogares inquilinos son Nueva Córdoba (13.744), Alberdi (9.528), Centro (9.267), Alta Córdoba (4.870), Alto Alberdi (3.247), Güemes (3.240), Gral. Pueyrredón (2.704), General Paz (2.223), San Vicente (1.779), San Martín (1.771), General Bustos (1.647), Villa El Libertador (1.214), Jardín (1.139) y Observatorio (1.031).
Dentro de los catorce mencionados, son cinco los barrios donde es mayor el número de hogares inquilinos que el de propietarios, con más del 50% de hogares conformados por inquilinos: Nueva Córdoba, Centro, Alberdi, Güemes y General Paz.