Inflación: ¿Qué puede pasar con los precios después de las elecciones?
Gobierno nacional y analistas privados proyectan una inflación por debajo del 3% mensual por primera vez en 2021. Qué sucederá luego de las PASO es algo que consultores y funcionarios no pueden precisar.
El ministro de Economía Martín Guzmán estuvo este jueves en la ciudad de Córdoba. Cuando quedan menos de dos semanas para las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), funcionarios recorren el país para fotografiarse con los precandidatos locales.
Entre otras cosas, el ministro Guzmán dijo: “La economía se está recuperando y así lo marcan los indicadores en diferentes sectores. Esto ocurre porque el Estado estuvo presente sosteniendo con diferentes medidas el consumo, el trabajo y la producción”.
En esa enumeración es posible colocar el relanzamiento de los planes Ahora 12 y Ahora 30, estímulos a la formación y el primer empleo, el control de precios en góndola y el cupo de exportación para algunos cortes de carne vacuna.
2,7%
Si el pronóstico más extendido es certero -2,7% de aumento en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC)- agosto representaría la quinta caída consecutiva, luego del pico del 4,8% relevado en marzo. El dato oficial de inflación será informado el 14 de septiembre próximo.
El propio Martín Guzmán fue el que expresó que después de agosto pueden registrarse nuevamente subas por encima del 3%. Los privados coinciden en este punto: el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), en su proyección de precios para todo 2021, muestra que los porcentajes más elevados se dan sobre el cierre del año.
La Agrupación Consumidores Libres señaló que “la inflación en alimentos no cede en la previa a las elecciones legislativas” y que, aunque el Gobierno intenta contener la macroeconomía pisando el dólar e imponiendo restricciones como por ejemplo a las exportaciones de carne, "en agosto el IPC volvería a ubicarse en el 3%”.
De cara a las PASO, el ministerio de Economía mantiene en calma la variable cambiaria: el dólar se mueve en torno al 1% mensual, lejos del IPC. La reapertura de las paritarias de mitad de año mejoraron relativamente el poder de compra de los salarios, que vienen perdiendo hace meses la carrera contra la inflación.
En este contexto, de inicio del fin de la pandemia y de mejora de los indicadores industriales como de actividad (este jueves se conoció que la recaudación tributaria sigue por encima de la inflación: creció 64,2% interanual) el Gobierno nacional apuesta todo a la reactivación del mercado interno, con un objetivo central: el triunfo en las urnas el domingo 14 de noviembre.
Con ese objetivo, entre otros, fueron relanzados planes de becas, aumentos en el sistema previsional y de asignaciones y, yendo un poco más atrás, la aprobación de la ley que actualizó la base imponible del impuesto a las ganancias.
La complejidad del proceso inflacionario reside en su dinámica en espiral. ¿Qué tan rápido se trasladan a góndolas los aumentos paritarios? ¿Qué tan probable es que la inflación 2021 supere el pico del 53,8% de 2018 de la gestión Macri? Cuestiones delicadas, dispositivos hipersensibles de la política económica tras una década de persistente suba general de precios.
Juan José Amondarain lo plantea con elocuencia en un artículo reciente en Panamá Revista: "privilegiar los equilibrios electorales internos del FdT se expresa en la idea de un revival distribucionista sin macroeconomía cuyo horizonte más palpable es la inflación, antes que una política verosímil de crecimiento, producción y empleo".