El impacto de la pandemia del coronavirus en la economía de Argentina y el mundo ha sido negativo. 

Es por ello que el Gobierno analiza la posibilidad de lanzar billetes de denominaciones más altas, de hasta $ 5.000, que permitan imprimir moneda a un ritmo más acorde con el crecimiento del dinero en circulación.

Esta propuesta había sido presentada a fines del año pasado por el titular del Banco Central, Miguel Pesce, y ahora reforzada junto al presidente de la Casa de la Moneda, Rodolfo Gabrielli, ante el panorama inflacionario. 

Con las asistencias económicas otorgadas por la cuarentena, la Casa de la Moneda, encargada de la impresión de billetes, no da abasto, sumado a la escasez de papel. 

Una de las razones que aparecen para emitir billetes de $ 5.000 es la erosión inflacionaria que deriva en un menor poder adquisitivo del billete.   

El billete de $ 1.000, hoy el de mayor denominación, vale algo más de USD 14 si se toma el inaccesible tipo de cambio oficial, mientras que compra apenas USD 8 si se toma el tipo de cambio paralelo.