Con el “lamento” por tener que cerrar sus puertas y carteles en varios de los locales informando formas de pago, la firma cordobesa Meroli se despidió de sus empleados con un comunicado.

Desde este lunes, sus nueve casas, distribuidas en todo el territorio provincial, ya no funcionan.

Centenares de personas fueron despedidas y, según se supo, tramitan las indemnizaciones correspondientes.

Sólo un núcleo de telefonistas reciben en Córdoba la recurrente cantidad de llamados, que genera preocupación.

¿La respuesta? El pedido de “tolerancia” en la entrega de productos, que aseguran se cumplirá.

Recalcan, a su vez, que no ingresaron en proceso concursal o de quiebra, que se trata de una decisión "de última instancia" con la idea de "cumplir con todas sus obligaciones".

Así se conducen las cosas en sus dos locales de la capital (Centro y barrio Pueyrredón, Alta Gracia, Cosquín, La Falda, Jesús María, Río Segundo, Las Varillas y Río Ceballos).

El comunicado completo

“En virtud de la situación macroeconómica adversa imperante en el país, y luego de haber analizado diversas opciones para revertir la compleja situación económico-financiera que la Compañía viene padeciendo desde hace algunos ejercicios, Meroli lamenta tener que cerrar sus puertas a partir del día 21 de octubre de 2019. Se trata de una decisión de última instancia, tomada con el objetivo de asegurar el cumplimiento de todas las obligaciones con el personal, a quienes agradecemos el esfuerzo y la dedicación brindados a lo largo de todos estos años”.