La economía post PASO: vencen bonos argentinos en dólares
La renovación (o no) de Letes y Lecaps podría impactar fuertemente en el precio de la divisa. El contexto de suscripción es desfavorable.
Esta semana llegará un test clave del mercado para medir la confianza en el país: el gobierno nacional licitará Letras del Tesoro (Letes) y Letras Capitalizables (Lecap) a 35 y 140 días de plazo, según anunció en un comunicado.
¿Qué son las Letes y Lecap? Las Letes son un título de deuda pública a corto plazo en dólares estadounidenses, emitidos por el Tesoro Nacional, y ofrecen al inversor una renta fija en dólares. Una Lecap, en cambio, es un instrumento de deuda pública a corto plazo en pesos que emite el Tesoro Nacional, que al inversor le generan una renta fija en pesos.
Específicamente, las letras que licitará el gobierno son tres: Letes y Lecaps con vencimiento al 4 de octubre de 2019 (ambas con 35 días de plazo, previo a las elecciones del 27 de octubre) y otra serie de Letes con vencimiento al 17 de enero de 2020 (reapertura a 140 días de plazo remanente, posterior a las elecciones presidenciales).
¿Por qué es importante? Por dos motivos: para ver si los inversores siguen confiando o no en estos instrumentos de deuda, y si lo hicieran, a qué tasa de interés renovarían las Letes o Lecaps.
El gobierno pretende refinanciar esa deuda, pero la expectativa de renovación es baja. Esto es problemático porque hay 1600 millones de dólares calzados en estos instrumentos (1200 millones de dólares en Letes y 67 mil millones de pesos en Lecap) prontos a vencer, a la vez que más de la mitad está en poder de inversores privados.
Mientras tanto, las reservas del Banco Central cayeron más de 8 mil millones de dólares y si el gobierno tuviera que devolver el monto de Letes y Lecaps, la caída de reservas se agudizaría. Si, para evitar la desfinanciación, el gobierno convalidara una tasa de interés muy alta, los argentinos la deberemos pagar más adelante.
Esto parece lejano al común de la gente, pero afecta a la economía doméstica de manera directa: este tipo de movimientos genera una mayor presión sobre el dólar y las reservas del Banco Central, las tasas que habrá que pagar son cada vez mayores y puede originar una suba en el dólar. Cuando aumenta la divisa norteamericana, impacta en los precios de productos y servicios, lo que genera inflación.
El contexto tampoco es favorable. Dos consultoras importantes a nivel nacional realizaron dos avisos ominosos: Economía y Región advirtió por riesgo de default e hiperinflación, y Ecolatina alerta por reestructuración de deuda.
Mientras, emisarios del Fondo Monetario Internacional visitan el país para reunirse con el gobierno y la oposición por el último desembolso del préstamo. Hay gran expectativa sobre si habrá una demora en el pago de los 5400 millones de dólares, ya que si hay demora, los antecedentes no son nada buenos para el gobierno de turno.