La ciudad de Córdoba cuenta con más de una decena de composteras comunitarias. En estos lugares, los vecinos podrán dejar sus residuos orgánicos para compostaje o buscar de forma gratuita compost para sus plantas.

Para acercar esta iniciativa a los barrios, la organización Futuro elaboró un mapa de composteras.

“Comenzamos a hacer este mapeo de la ciudad de todas las composteras comunitarias como una propuesta para mitigar un poco la problemática de la crisis climática desde nuestros lugares”, expresó Tamara Godoy, integrante de Futuro.

Y agregó: “Esto nos invita también a participar de una manera colectiva: a tener un espacio donde conocemos a los vecinos. También tomamos la responsabilidad de manera conjunta de cuidar el espacio y de hacernos cargo de nuestra gestión de residuos orgánicos”. 

Por el momento, el mapa cuenta con doce puntos de compostaje comunitaria y se sumarán más. La elaboración del mapa contó con la ayuda de Huertas en Red.

Nadia Lavroff, coordinadora general de Futuro, aclaró que cada compostera es diferente. Algunos son públicos y están disponibles las 24 horas. Otras están en sedes de organizaciones o centros vecinales y cuentan con un horario preestablecido. 

De baldío a huerta: una alternativa en pos de la ciudad y la educación

Además, varios puntos también cuentan con huertas comunitarias donde los vecinos pueden acercarse a cultivar plantas y aprender horticultura.

“La idea es, a partir de ahora, enfocarnos más en educar sobre el compostaje y que puedan no sólo sumarse a las composteras que ya están, sino también animarse a armar sus propias composteras para que haya más puntos”, expresó Nadia.

El ABC del compost

El compost es un abono orgánico que se produce mediante la descomposición de residuos orgánicos degradables. Es una sustancia inocua y libre de sustancias fitotóxicas.

Compostar es una actividad que tiene muchas ventajas desde lo medioambiental y económico:

• Mejora la vida del suelo para que las plantas crezcan fuertes.
• Disminuye la compra de otros abonos o fertilizantes de origen químico.
• Se disminuye la cantidad de residuos que producimos y se toma mayor conciencia del reciclaje.
• El gasto para producirlo es mínimo.

El compost se puede hacer al aire libre, en un pozo o en contenedores llamados composteras. La clave es generar condiciones de humedad, temperatura y aireación controladas para que los residuos orgánicos se transformen en materia orgánica estabilizada, con presencia de partículas más finas y oscuras.

Los principales residuos orgánicos que se pueden usar para el compost proviene de:

• Cocina: restos de frutas y verduras crudas o cocidas, cáscaras de huevos, saquitos de té, yerba, café, servilletas y rollos de papel de cocina. No se puede usar pañuelos de papel, pañales ni toallas higiénicas. Residuos lácteos, grasas, huesos y carne tampoco se usan porque se descomponen de forma lenta y pueden atraer plagas (ratas, insectos, etc.). También se debe evitar poner comidas elaboradas debido a su alto contenido de sales.
• Jardín: hojas secas y verdes, césped seco y verde, ramitas, arbustos y restos de plantas. También se puede usar guanos de cabra, oveja, caballo, conejo y vaca. No se puede usar excrementos de perros, gatos, cerdos y gallinas porque pueden tener patógenos dañinos a la salud humana.

El Instituto Nacional de Tecnología Industria (INTI) y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) elaboraron un Instructivo para la producción de Compost Domiciliario que presenta diferentes alternativas artesanales o comerciales para compostar desde la casa.