Cuáles son las drogas más consumidas en el país: datos, cuidados y conciencia
El INDEC junto a la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas (Sedronar) realizaron una encuesta en hogares sobre consumo de sustancias psicoactivas legales e ilegalizadas. El alcohol, la más elegida. Tres de cada diez argentinos consume psicofármacos.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) en colaboración con la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas (Sedronar) realizó la Encuesta Nacional sobre Consumos y Prácticas de Cuidado 2022, que explora y analiza el consumo de sustancias psicoactivas en la población urbana de 16 a 75 años, las diferentes modalidades de uso y el perfil de los consumidores. Además, por primera vez, indagó sobre las motivaciones y contextos del consumo como así también sus recaudos y prácticas de cuidado.
En este estudio se lee que el alcohol y el tabaco continúan siendo las sustancias más consumidas por los argentinos. Un 51,2% de los encuestados declaró haber consumido alcohol en los 30 días previos a la encuesta, siendo más prevalente en hogares con un clima educativo alto (66%). La mitad de los consumidores lo hizo en la comodidad de sus hogares.
En cuanto al tabaco, el 49,2% de las personas admitió haberlo consumido en algún momento de sus vidas, y el 25,6% lo hizo en el último año. El 54,6% de los consumidores lo hizo "por placer".
Ahora, cuando hablamos de marihuana un 8,1% admitió haberla consumido en el mes previo a la encuesta. El motivo más comúnmente declarado fue "por placer" (71,9%). Además, se observó que seis de cada diez personas que consumieron marihuana la combinaron con alcohol en la misma ocasión (60,8%).
Tranquilizantes, 3 de cada 10 consumen
El estudio también exploró el consumo de psicoactivos más fuertes. En relación al uso de la cocaína el 5,1% de las personas entre 16 y 49 años declaró haberla consumido en algún momento de sus vidas, con una edad promedio de inicio a los 21 años. En el caso de los tranquilizantes (hablamos de alplax, clonazepam, etc) el 31,3% admitió haberlos consumido en algún momento de sus vidas, siendo más prevalente en personas de 66 a 75 años. Un alto porcentaje, el 85,5%, consumió tranquilizantes con prescripción médica.
Que las personas consumen psicoactivos, no es una novedad, más allá de los datos estadísticos que van en aumento, pero en esta encuesta se prestó especial atención sobre las prácticas de cuidado presentes en los consumidores de sustancias. En este sentido, el 5,9% de las personas consumidoras mostraron preocupación por su consumo, y casi el 70% de ellas tomaron medidas al respecto, ya sea mediante prácticas de autocuidado, consultas con su red afectiva o profesionales de la salud.
Esto implica que hay una conexión entre la información, el cuidado y la toma de decisiones. Cuanto más informada esté una persona sobre la sustancia a la que tiene acceso, más autonomía tendrá para decidir cómo relacionarse con ella.
Ahora, la información sobre cómo afectan las sustancias psicoactivas al cuerpo o cómo consumirlas, gracias a los sesgos prohibicionistas y persecutorios que dejó “la guerra contra las drogas”, es escasa. Sin embargo, existen organizaciones que fomentan el conocimiento sobre drogas.
Consumo responsable
Por ejemplo, en la ciudad de Córdoba, un equipo multidisciplinario conformado por profesionales de la salud y estudiantes de psicología le dio vida a un proyecto innovador con el propósito de abordar de manera informada y segura el consumo de sustancias psicoactivas. El proyecto, denominado "Con.sumo.Cuidado", nace como resultado del trayecto postdoctoral de Belén Vera, una de las integrantes del equipo, y busca reducir los riesgos y daños asociados al consumo de sustancias como el alcohol, la marihuana, el éxtasis, la cocaína y otras.
"En Consumo Cuidado buscamos que las personas consumidoras de sustancias puedan acceder a información objetiva y científica sobre la sustancia, sus principales efectos, riesgos para la salud y formas de cuidarse", comenta Belén Vera, líder del proyecto. "Queremos que puedan tomar decisiones informadas, gestionar los riesgos y placeres asociados al consumo y desarrollar prácticas saludables y de autocuidado", agrega.
La plataforma web de Con.sumo.Cuidado se convirtió en una herramienta fundamental para el proyecto. Según Nicolas dal Bianco, otro miembro del equipo, la plataforma ofrece diversas secciones con información de utilidad. "Consumo Informado", por ejemplo, proporciona fichas informativas sobre cada sustancia, incluyendo efectos positivos y negativos, consejos para reducir riesgos y recomendaciones para consumos combinados.
Una característica destacada es la sección "Consumo Combinado", donde los usuarios pueden obtener información sobre las mezclas de sustancias y los riesgos asociados. Además, el sitio proporciona un mapa de centros de salud cercanos, así como un calendario de consumo personal para un registro consciente y calculado de los episodios de toma de drogas.
Parte del trabajo de Con.sumo.Cuidado es realizar investigaciones para comprender mejor el comportamiento de los jóvenes consumidores en contextos recreativos y de ocio nocturno. Según Candela Mariani, otra miembro del equipo, "casi la totalidad había consumido alcohol y marihuana en los últimos 6 meses". Además, las investigaciones mostraron que las estrategias más comunes para protegerse de los daños relacionados con el consumo incluyen hidratación, alimentación adecuada, información previa y moderación.
Una parte esencial del proyecto es brindar información de manera accesible. "La idea es que cada una de las secciones de nuestra web tenga información científica y relevante sobre las sustancias, pero que esta información esté en un lenguaje simple y amigable", enfatiza Cande.
El equipo de Con.sumo.Cuidado no solo busca informar, sino también actuar. Colaboran con organizadores de eventos recreativos y de ocio nocturno para crear espacios más seguros y fomentar la salud y el bienestar de quienes deciden consumir sustancias psicoactivas. Además, contribuyen al desarrollo de políticas públicas basadas en evidencia para abordar el consumo de sustancias.
"Con.sumo.Cuidado es mucho más que solo información", concluye Belén Vera. "Somos un equipo humano comprometido con el bienestar, la protección y el empoderamiento de las personas usuarias de sustancias psicoactivas".
Otro equipo, que trabaja en la misma línea, la de reducción de daños, es Chill and Safe.
Hace aproximadamente cuatro años, María Inés González Castro fundó Chill and Safe en Mar del Plata, en respuesta a la falta de programas de reducción de daños en la ciudad. Como operadora en adicciones y estudiante de psicología, María Inés había observado la ausencia de esfuerzos en la reducción de daños en su comunidad, especialmente en el contexto de eventos masivos donde el consumo de sustancias es común.
María ines nos explicó que su interés por abordar la reducción de daños surgió luego de la tragedia del Time Wrap, donde cinco personas fallecieron en abril del 2016 en una rave en Costa salguero, “siendo usuaria de eventos electrónicos y viendo como desde adentro que sí pasaban cosas, yo veía que eso iba a pasar en Mar del Plata y nadie hacía nada”
Mediante test reactivos, junto con su equipo, se dedica a hacer análisis de sustancias psicoactivas, en distintos eventos para identificar adulterantes y proporcionar información precisa a los consumidores. María Inés explica que "lamentablemente hoy por hoy todas las pastillas tienen algún que otro adulterante, no hay pastillas puras, y cada vez se observa más componentes."
Uno de los adulterantes que se ven con más frecuencia son catinonas,“hay cientos de catinonas, no es que hay una sola, pero algunas son más peligrosas que otras y algunas son más neurotóxicas que otras. Además el problema es que algunas son muy nuevas y no están investigadas, entonces no se sabe bien ni qué cantidades, ni las mezclas, las interacciones con otras sustancias, ni cómo tomarlas, ni qué hacer”Esto es algo importante a tener en cuenta ya que en una guardia, cuando se enfrentan a una emergencia, muchas veces no saben que hacer porque al ser sustancias no investigadas, no hay información sobre las consecuencias que van a tener a corto, a mediano y a largo plazo.
En relación a esto, Chill and Safe cuando encuentra sustancias no conocidas en las pastillas, éxtasis o cocaína, María Ines explicó que más allá de una recomendación de uso, no pueden hacer otra cosa.
Es por esto que desde la organización no solo se limita a evaluar la calidad de las sustancias, sino que también busca generar conciencia sobre los riesgos asociados y brindar información vital para el bienestar de los consumidores. "No podemos hacer más que una recomendación de decir no la consumas. Tratamos de generar una conciencia con todo esto que te acabo de decir, mira, ten cuidado, porque no sabes cómo tomarla, no sabes cómo te puede afectar."
“Después queda en la persona si la quiere consumir o no, lamentablemente, por ejemplo lo que es el cristal de MDMA, es tan caro que hay gente que decide consumirlo igual porque no quiere tirarlo por lo que sale. Estamos hablando de 30.000 pesos dos dosis. No todo el mundo puede tirar 30.000 pesos a la basura” resaltó.
La información es una herramienta poderosa para reducir los riesgos y daños asociados al consumo de psicoactivas. La Encuesta Nacional sobre Consumos y Prácticas de Cuidado 2022 y la investigación de Con.sumo.cuidado dejan en claro que las personas consumen psicoactivos y quieren saber sobre los efectos que generan en su salud.
Y esto nos enfrenta otra vez al enfoque prohibicionista ya que si no hay información, si se desfinancian los espacio de investigación y al mismo tiempo se persigue a los consumidores, no podremos hacer más que contar muertos y ver cómo las cifras del narcotráfico aumentan.