Cybercirujas, una comunidad que le hace frente a la obsolescencia y al consumismo
El movimiento cyberciruja nació en pandemia cuando mucha gente se quedó afuera de la educación y el trabajo por no contar con una computadora. Hoy, se reúnen todos los meses para recircular hardware y dar consejos sobre computación.
“¿Acaso ustedes tirarían una bicicleta porque se le rompió la cadena?”
Una mujer se acerca a la Feria Agroecológica de Córdoba. Entre los puestos de verduras, mira a un grupo de personas hablando junto a pilas de computadoras viejas, televisores de tubo y cables.
Por curiosidad, y porque estaba estudiando manejo de computadora, se acercó a hablar.
Consultó cómo podía hacer que su computadora funcione más rápido. Un joven le aconsejó cambiar su disco duro rígido por uno de estado sólido.
Entre un montón de placas madres, sacó un disco de estado sólido de 500GB.
—¿Se lo quiere llevar?- le dijo.
— ¿Cuánto vale?
—Es gratis, es para recircular. Si a alguien no le sirve lo deja acá para alguien que le pueda servir. Somos cybercirujas— contestó el chico..
Los cybercirujas es una movida que nació para dar repensar cómo utilizamos y vivimos con nuestros aparatos electrónicos.
En ese espacio, comparten aparatos electrónicos, piezas de computadoras, mates y consejos informáticos.
Este "grupo de nerds” o “hacktivistas”, como define Cristián Rojo, cyberciruja, busca darle una vuelta a la lógica de consumo que imponen las grandes empresas de electrónica: comprar, usar y tirar.
“Rompemos con las lógicas tradicionales”, dice Rojo.
Un movimiento nacido en pandemia
“Cybercirujear” no es nada nuevo. Sin embargo, el movimiento cyberciruja en Argentina comenzó a gestarse durante la pandemia de covid-19.
“En el 2020, mucha gente quedó sin acceso a derechos básicos como la educación porque las clases eran online. También había personas que no podían trabajar por no tener computadora o acceso a internet”, contó Rojo.
En base a estas necesidades, un grupo de personas con interés en la informática comenzó a tejer una red de ayuda para brindar acceso a recursos tecnológicos. Desde la virtualidad, implementaron dos acciones:
- La recirculación de hardware
- Talleres de informática
La recirculación de hardware consiste en buscar computadoras o componentes que están en desuso o rotas para repararlas y entregarlas a las personas que lo necesitan. En el balance de 2022, el club cuenta con 18 computadoras completas entregadas en Córdoba, y cifras mayores en Buenos Aires, La Plata y rosario.
“Yo creo que si cualquiera pregunta a su familia o grupo de amigues, van a encontrar más de una computadora que está acumulando polvo y desperdiciándose”, comentó Cristián Rojo.
Y agregó: “Recircular no es reciclar. Es darnos cuenta que tenemos aparatos funcionales en casa o en la oficina y que están ociosos. A veces puede ser el equipo entero y otras veces puede ser sacar las piezas funcionales de una computadora o impresora que puedan servir en otros equipos”.
Por otro lado, los talleres de informática consistían en charlas online donde un especialista explicaba cómo hacer reparaciones básicas a la computadora o cómo agregar o reemplazar diferentes componentes (discos duros, memorias RAM) para optimizar su funcionamiento y extender la vida útil del aparato.
A partir de abril de 2021, comenzaron a reunirse presencialmente en la Feria Agroecológica. Los cybercirujas no son solamente especialistas en informática. Por ejemplo, Cristián trabaja en educación pero vinculado a la computación.
“Esta movida no está reservada a especialista. Es para cualquiera que quiera tomar ciudadanamente su participación en computación. Yo puedo donar este equipo o puedo compartir estas ideas con mi familia o mi círculo”, remarcó.
Daniel Melo y Manuel Ortiz tienen 18 años y son vecinos de Campo de la Ribera. Son los cybercirujas más jóvenes de Córdoba.
“A nosotros nos invitaron unos compañeros cybercirujas y queríamos ver de qué se trataba. Participamos una vez y nos encantó la idea. Desde ahí seguimos viniendo todos los meses”, contó Daniel.
Manuel explicó que reciben las donaciones, explican algunas consultas de la gente que va al puesto pero también aprenden algunas cosas de otros compañeros.
Contra la obsolescencia programada
En la era de la información, los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) son cada vez más. Además, percibimos, o las empresas nos hacen percibir, que los celulares y las computadoras se tornan obsoletas con mayor velocidad.
Desde otro punto de vista, producir un aparato electrónico es muy contaminante.
Fabricar un celular, por ejemplo, requiere al menos 60 elementos como cobre, aluminio, zinc, magnesio, berilio, selenio, cromo, níquel, oro, plata, metales del grupo del platino y tierras raras. La extracción de estos minerales provoca un grave impacto negativo al medio ambiente y, en muchos casos, conflictos sociopolíticos.
Un informe de PC Discount de 2021, estima que Argentina genera 500 mil toneladas de chatarra electrónica al año. Un promedio de entre 10 y 12 kilos de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) por habitante.
Por estos motivos, es imprescindible utilizar los aparatos electrónicos el mayor tiempo posible y priorizar la reparación de estos por sobre la compra de uno nuevo.
“Queremos compartir la idea de que podemos reapropiarnos de nuestros equipos y que no sea tendencia que tu celular, que ya tiene dos años, hay que tirarlo porque es obsoleto”, concluyó Cristián.
Los cybercirujas se reúnen los últimos sábados de todos los meses de 9 a 13 horas frente al Data Center de la Universidad Nacional de Córdoba, Ciudad Universitaria.
En ese lugar, reciben donaciones y entregan aparatos electrónicos y brindan consejos sobre computación.