Industria del cannabis: entre el desarrollo y la protección de derechos indígenas

En los últimos años, la industria del cannabis ha experimentado un importante auge en Argentina, y en particular en la provincia de Jujuy, gracias a la reglamentación de la Ley 27.350, que aborda el uso medicinal de la planta. Este movimiento ha sentado las bases para el desarrollo del proyecto industrializador argentino en este campo.

Sumado a estos avances, y en asociación con Green Leaf Farms, compañía estadounidense que se dedica a la industria del cannabis, hace cinco años en Jujuy se creó la primera planta productora de marihuana con fines medicinales de Argentina, Cannava S.E.. Esta empresa, presidida por Gastón Morales, hijo de Gerardo Morales actual gobernador de la provincia y precandidato a vicepresidente por la lista Juntos por el Cambio, dedica 35 hectáreas al año para el cultivo y cuenta con un laboratorio especializado en la producción de Aceite de grado farmacéutico rico en CBD al 10%. 

A través de la fabricación de este aceite es que logró posicionarse como un referente en la industria cannabica argentina y expandir su mercado en Latinoamérica y Europa, con diálogos comerciales con Suiza y Alemania.

¿Qué significa un aceite rico en CBD? El cannabidiol (CBD) es un componente del cannabis que es reconocido por sus propiedades medicinales. A diferencia del tetrahidrocannabinol (THC), que es responsable del efecto psicoactivo recreativo de la marihuana, el CBD no tiene propiedades psicoactivas y se utiliza cada vez más para el tratamiento de diversas afecciones, como epilepsia, ansiedad, dolores crónicos, distonía, Parkinson y enfermedad de Crohn, entre otras.

El impacto negativo de este crecimiento, sin embargo, lo padecen los más de 400 pequeños productores campesinos y de comunidades originarias que habitan y producen tierras ahora pretendidas para el cultivo cannábico. Las expropiaciones y desalojos, son parte de esta problemática. 

Desde sus inicios la empresa cannabica trabajó en articulación con diferentes ONGS. María Elena Vildoza, presidenta de la Asociación de Cannabis Medicinal Jujuy, con la que Cannava sostiene un convenio de cooperación, y mamá de Gael, un pequeño con epilepsia refractaria, comentó a Cba24n que, desde el 2019, a modo de exploración, la empresa dispuso el Programa Terapéutico Especial de investigación y acompañamiento a 50 familias con casos de epilepsia, en el Hospital Zabala de Perico. 

En el marco de dicha investigación se capacitó al personal médico y a las familias, según Vildoza, para reducir los prejuicios en torno a la planta. El acompañamiento estatal se tradujo en alivio para muchas familias que se encontraban buscando una solución a las enfermedades, en la mayoría de los casos, de sus hijos. “Finalmente no estábamos solos.” expresó María Elena.

En la provincia de Jujuy existen dos formas de obtener el aceite legalmente: a través de un tratamiento hospitalario, que es el que mencionamos anteriormente, y en las farmacias, desde diciembre del 2022, mediante una receta simple. Es decir que si estás inscripto en el Reprocann, podes pedirle a tu médico que te recete cannabis y con esa receta lo podes conseguir en 180 farmacias jujeñas, en palabras de María Elena: “Hoy podemos decir que hoy somos unos privilegiados los jujeños”
 

Cuando hablamos de Cannava S.E, hablamos de una empresa que, basado en informes de gestión de la compañía, actualmente  tiene capacidad para producir más de 43,000 litros de aceite crudo de CBD anualmente. Pero no siempre fue así: según nos comenta Maria Elena, cuando dio sus primeros pasos las instalaciones eran simples y modestas. 

El lugar era “como un contenedor gigante” que había sido cuidadosamente acondicionado para el cultivo de plantas de cannabis. En aquel entonces los trabajadores recorrían a pie cada rincón de Cannava, donde las pequeñas plantas crecían en tres silos bajo condiciones de cultivo indoor.

El proceso inicial se enfocó en pruebas y experimentación. Una vez que terminaron las pruebas en ambiente indoor, la empresa decidió dar un paso más allá y aventurarse en el cultivo a exterior. Con el éxito de las pruebas, se estableció un laboratorio piloto dedicado a la investigación de los aceites de cannabis. La empresa colaboraba con diversos actores del sector, e incluso, se ofrecía a analizar los aceites de otros cultivadores para contribuir al avance de la industria.

“Recorrer Cannava hoy en día es una experiencia completamente diferente. Ya no se puede hacer a pie, tenemos que subirnos en vehículos para ver todo” detalló Maria Elena.

Hacia donde crece la industria del cannabis en Jujuy

Según datos proporcionados por la Cámara Argentina del Cannabis (ArgenCann), se prevé que para el año 2027 el mercado mundial de la industria cannábica alcance una cifra de más de 40.000 millones de dólares, con una tasa de crecimiento anual que superará el 30 por ciento. Este panorama abre oportunidades para el crecimiento económico del país y, en particular, para la provincia de Jujuy, que podría generar un mercado interno valuado en 450 millones de dólares.

El Predio Cannava, un parque modelo con 35 hectáreas en producción, tiene previsto, según la periodista Lía Ghelfi en un artículo publicado en A24 Pyme, expandirse hasta alcanzar 250 hectáreas con la inclusión de inversión privada. Este predio gubernamental brinda apoyo y recursos a los productores, incluyendo la nave, semillas, tres cosechas al año y el procesamiento del producto. Cada nave tiene el potencial de generar hasta 10 empleos, y ya se han lanzado 62 naves. 

En diciembre de 2022, el gobernador Gerardo Morales presentó "Jujuy Polo de Desarrollo", una nueva Ley de inversiones, parque industrial y zona franca de Perico, un lugar estratégico para la atracción de inversión extranjera en la región. En esta nueva matriz productiva, los tres ejes incorporados, impulsan nuevos agrupamientos, como son el Parque Solar Cauchari, los nuevos desarrollos para la extracción del litio y el Predio Cannava.

En dónde se planta la Industria Cannabica

Para que Jujuy se desarrolle como un Polo Industrial, es necesario un ordenamiento territorial.

Las tierras de Finca El Pongo, lugar donde se estableció Cannava en el año 2019, forman parte de una donación del Dr. Plinio Zabala al Estado provincial con el propósito de utilizarlas para la producción y beneficio del Hospital de la ciudad de Perico. 

Durante años, más de 400 pequeños productores trabajaron en estas tierras, cultivaron alimentos esenciales que abastecían tanto a la población local como a áreas cercanas. Sin embargo, la llegada del proyecto de cannabis medicinal resultó en el despojo de estas tierras, generando un impacto negativo en la comunidad campesino indigena. 

Desde hace poco más de un año que los campesinos residentes en la finca han comenzado a recibir notificaciones de desalojos y mucho otros a ser desalojados, como fue el caso de Margarita Ortega, una anciana de 85 años, que fue despojada de su hogar en Finca El Pongo debido a la expansión de Cannava. Tras perder sus tierras, Margarita armó una carpa a la vera de la ruta 66, pero la policía la desalojó, llevándose todas sus pertenencias, incluyendo su medicación. 

A pesar de acreditar más de 100 años de tenencia de las tierras, el gobierno jujeño desconoció sus derechos y destruyó su vivienda en un acto de amedrentamiento a los derechos de las comunidades indígenas y campesinas en la provincia.

En junio de este año fue aprobada entre manifestaciones, represión, detenidos y heridos un nueva constitución que modificó el artículo 67, "la prohibición de cortes de calle y cortes de ruta" y "la ocupación indebida de edificios públicos en la Provincia" y el Artículo 74: "La tierra es un bien de trabajo y de producción". Marcelo Moreno, periodista del equipo de prensa del Consejo de Pueblos Originarios, Llankaj Maki explicó que esta modificación le niega la posibilidad de darle otra finalidad a las tierras, como por ejemplo la vivienda o espacios para bien público sin fines lucrativos, a las propiedades del estado jujeño, “La idea es apropiarse de esas tierras, que están muy cerca de la plantación de cannabis, a menos de un kilómetro de distancia”.

"No tienen una personería jurídica ni un título de propiedad, pero han vivido en esas tierras durante años" afirmó Marcelo al referirse a los vecinos de la finca.

Entonces, la modificación del Artículo 74 es clave en esta disputa, ya que establece que las tierras fiscales son del Estado y pueden ser expropiadas. 

“En el caso del Pongo, han sido muchas familias desalojadas por la extensión de la siembra de marihuana de cannabis que lleva a cabo el hijo de un funcionario”, expresó Marcelo, refiriéndose a Gastón Morales, hijo del actual gobernador de la provincia. Marcelo comentó que en algunos casos, desde el gobierno se les  ofreció vivienda a las familias campesinas, pero, se pregunta: “¿Qué hacen con sus animales y su forma de trabajo?”. Y  es que pareciera haber un desconocimiento por parte del gobierno de que las personas que allí viven, sostienen la producción campesina como algo más que un simple techo o un simple trabajo, sino como una forma de vida.

El auge de la industria del cannabis en Argentina puso a Cannava como referente en el campo medicinal. Sin embargo, este crecimiento nos plantea un desafío entre el desarrollo económico y la protección de los derechos y formas de vida de las comunidades campesinas e indígenas desalojadas por la expansión de estas plantaciones. El camino hacia un equilibrio sostenible se presenta como un reto en el futuro de la industria cannábica.