"Coqui" Dutto, cantante y música dedicada a las infancias: "Cuando tuve hijos, entendí a mi madre"
Otro homenaje a todas las madres que resulta de la conversación mantenida por Susana con la querida cantante y conductora del programa "Me extraña araña"y actual directora del Teatro Real. "Hablo de mi madre" un espacio clásico de los sábados de octubre en Radio Universidad. Volvé a escucharlo aquí
En la víspera del día de las madres, Susana invitó a Susana “Coqui” Dutto a contar anécdotas y vivencias relacionadas con su mamá: Adelma “Nené” Valdemarín.
Componente de una famlia numerosa, “Coqui” es una de seis hermanos, cuatro mujeres y dos varones, hijos de un matrimonio que llegó a festejar las Bodas de Oro, con un papá ya fallecido y con la mamá aún lúcida, hoy padece Mal de Alzheimer.
Lo vio y lo eligió
Nacida en Tío Pujio, Adelma luego se radica con su familia para estudiar en Villa María, en el secundario eran compañeros con quien luego sería el papá de Coqui. Él, nacido en Los Zorros, desde un primer momento fue el elegido inmediatamente por Adelma si bien no concretaron el noviazgo. Luego de unos años se reencuentran cuando él estaba haciendo el servicio militar en la Marina y comienzan la relación.
“Hace unos años, cuando desocupamos la casa paterna encontramos todas las cartas que se enviaban durante este tiempo, unos tres años, los borradores que escribía mi mamá, antes de pasarlas en limpio y, adherida, la respuesta correspondiente de mi papá, fue descubrir una parte de la historia de desconocíamos" relata con una sonrisa.
Mi papá Héctor Hipólito falleció hace tres años y ella vive pero está ausente por el mal de Alzheimer, al principio fue muy duro, pero ahora, desde hace seis años, en que ya está desconectada de la realidad creo que volvió a su esencia más profunda: es una persona de una bondad increíble, es cariñosa, cuando la visitamos en el geriátrico donde reside, nos acaricia con el gesto de ternura que tenía cuando éramos niños, relata.
"Nos pusimos de acuerdo con mis hermanos"
Nos pusimos de acuerdo con mis hermanos para elegir la música para este espacio y uno de los temas que seleccionamos es “Desde el alma” por Nelly Omar. Recuerdo que mi mamá cocinaba y cantaba esa canción y reflexionaba: a esa canción la compuso una mujer (Rosita Melo) y la canta una mujer y creo que esa observación influyó en mi elección vocacional.
Conversamos con Coqui sobre la realidad de aquellas mujeres artistas de hace décadas que abrieron caminos que hoy se recorren con naturalidad.
Y sigue contando: “Estoy feliz de haber confromado una familia.Tengo tres hijos: Franco de 29 años, Julieta de 28 y Lucía de 15 años”, que, recordamos, de niñita colaboraba en la conducción del programa para las infancias “Me extraña araña” un clásico en la programación de Radio Universidad, los sábados de 13 a 14 hs.
Somos familieros
Somos seis hermanos, del matrimonio de Adelma y Hector quienes llegaron a festejar las Bodas de Oro, hicimos una gran fiesta. Somos muy familieros y creo que lo somos siguiendo el criterio de mi mamá quien protegía a quien necesitaba, primas, amigas… y ampliaba la familia.
Ella trabajó como docente en sus primeros años, era perito mercantil, y ayudó a mi padre en su tarea de Contador hasta que nació su tercera hija Sonia, o sea quien me precede, luego ya se dedicó a la actividad doméstica exclusivmente.
Recuerda la etapa tremenda cuando varios de los hermanos contrajeron sarampión al mismo tiempo, por ejemplo.Un caos.
Cinco hermanos nacieron en seis años y luego de un tiempo llegó Esteban el más chico de los hijos. “A mis padres les gustaban mucho los niños y pensaban qué harían cuando crecieran y se fueran….y bueno, llegarán los nietos, decía mi mamá”.
“Se esforzaron mucho para lograr su propósito: que todos estudiáramos en la Universidad. Mi madre cuidaba a mis hijos cuando yo tenía que trabajar, me ayudó mucho”.
Una fe profunda
“Es una mujer muy creyente, curiosamente, hoy de las pocas cosas que se entienden cuando habla es cuando reza. Le gustaba mucho la canción “Cómo no creer en dios”, por el Trío San Javier, ella la cantaba y lo hacía muy bien”.
Una mesa de diez todos los días
“Mis hermanos son: Laura, la mayor, luego Silvia, Sonia, luego sigo yo Coqui, sique Poly /Héctor, se llama como mi papá y Esteban. Éramos muchos a la hora de las comidas, mi madre cocinaba para todos, se preocupaba para que nos alimentáramos bien. Cocinaba mucho y su lema era: “Si no sobra es porque falta”. En casa no se tiraba nada había mucha conciencia del cuidado”.
“Mariana colabora mucho en mis tareas diarias” comenta Coqui, como reconocimiento a quien la ayuda en el trabajo diario.
Ternura infinita
-Creés que en algún momento algún gesto materno determinó tu vocación?
“Mi mamá tenía una sillita baja donde se sentaba al atardecer, allí nos llamaba y nos mimaba, nos contaba historias y ese acoger tenía una ternura tan increíble…y es algo que lo he mamado desde niña”.
Me decía: “Siempre tomate un momento al día para la relación personal con tus hijos, para escucharlos para saber en qué están” y creo que eso fue constitutivo.
No sabía que iba a dedicarme a la infancia cuando empecé a estudiar música, se dio con el tiempo, naturalmente cuando descubrí lo que me brindaba el contacto con las niñas y niños. Cuando me siento más yo es cuando estoy con ellos, me hace muy feliz y tiene que ver con el amor que mi mamá y mi papá transmitían al disfrutar de ese contacto.
Consejo y protección…
Mi padre cuidó a mi madre hasta sus últimos días “Yo la voy a cuidar mientras pueda”, decía.
“Pienso que mi madre algo postergó, creo que tal vez le hubiera gustado seguir dando clases, ella renunció a esa tarea. Y lo pienso porque cuando la vida se ponía difícil para mí ella me decía: Vos seguí adelante con tu vocación, no te vas arrepentir”.
“Elegimos la canción “De colores” por Joan Báez porque mi madre y mi padre formaban parte del movimiento Cursillos de Cristiandad y esa canción era la cantaban en esos encuentros. De esa época recuerdo reuniones entre varios matrimonios con hijos de nuestra edad con quienes nos divertíamos”.
Conflictos madre-hija
Tuvimos conflictos y diferencias en mi época de adolescencia con mi madre y sin embargo con el tiempo pude comprender su amor incondicional cuando fui madre y me di cuenta que lo que podía cuestionar u observar sólo habían sido formas de tratar de hacer lo mejor. La reconciliación fue muy amorosa: amo a mi madre profundamente y le tengo una gratitud infinita por todo lo que ha hecho, hasta por las cosas que yo consideraba que estaban mal. Porque me forjaron, me hicieron una persona con ideales, con valores. Todo lo que soy se lo debo a ella y a su modelo. El modelo de la paciencia. Cuando tengo una dificultad pienso: mi mamá también pasó por ésto, si ella lo superó, yo lo voy a poder superar. Mi madre es una referente.
"No tengo verdades pero me gustaría compartir esta idea…"
-Te gustaría compartir alguna idea con la familia que es tan seguidora de tu música, de tu programa?
"No quiero parecer que tengo verdades pero sí me gustaría sugerir que compartamos con nuestros hijos todo el tiempo posible, que no perdamos la capacidad de reir. Observo que en la actualidad hemos perdido la capacidad de reir con ellos, por el apuro de darles cosas. Para mí el tiempo compartido es lo más importante. Tenemos tantos problemas que a veces no hacemos más que transmitir preocupación a los chicos y hay que recuperar la capacidad de reir con ellos".
Gracias Coqui!
Agradecemos a Coqui mantener el espacio radial para niños con la calidez y calidad que lo hace provocando la imaginación y participación de la infancia que oye sus programas y disfrutan de sus espectáculos.
Comparte al final la canción de cuna “Señora Manatí” de la cantante cubana Teresita Fernández como un gesto íntimo para que conservemos un acercamiento amoroso con nuestros seres queridos.
Gracias “Coqui" por brindarnos un momento valioso, único !
Escuchá haciendo click AQUÍ la conversación completa difundida en el programa Susana y amigos de Radio Universidad, los sábados de 9 a 12 hs.