Apariciones: retratos de cuatro mujeres que emergen en las calles de Córdoba
Una pintora cordobesa investigó y retrató a cuatro mujeres: una militante y poeta; una arquitecta, una fundadora de un club y una víctima de un femicidio que se transformó en santa. “Apariciones” se pueden apreciar en distintas calles de los barrios de Córdoba.
Cecilia Inés de Medeiros es una pintora cordobesa y creadora de “Apariciones”. El proyecto consiste en una serie de retratos de mujeres instalados en distintos barrios de la ciudad de Córdoba.
Cada obra inmortaliza a una mujer que hizo historia en la cultura de la ciudad, que fue olvidada o que su recuerdo habita en la cultura oral de los barrios.
“Retratar a otras desde una memoria es hacer el ejercicio particular y colectivo de preguntarse quiénes fueron, de reivindicar y actualizar sus historias. Es una tarea fundamental que debe ser abordada con cuidado y respeto”, afirmó.
Por el momento el proyecto cuenta con cuatro retratos:
- Rosario Soria: socia fundadora del Club Belgrano. Su retrato está sobre una pared externa del Estadio Julio César Villagra, más conocido como el "Gigante de Alberdi".
- Ramona “La Ramonita” Moreno: víctima de femicidio en la década del 30. Tras su muerte, se convirtió en una figura de devoción en el cementerio de San Vicente. Su retrato está en Observatorio, barrio donde vivió, en la esquina de las calles Moreno y San Luis.
- Glauce Baldowin: militante política, poeta, directora de revistas literarias y tejedora. Su retrato está en el barrio donde vivió casi toda su vida, en Villa Páez. La mayólica está en Octavio Pinto 2141.
- Marina Waisman: arquitecta argentina, docente de la Universidad Nacional de Córdoba y referente de la crítica arquitectónica. Su retrato está en el Centro de Investigaciones Acústicas y Luminotécnicas.
La Ramonita
El primer retrato que hizo Cecilia para Apariciones fue el de Ramona “La Ramonita” Moreno.
La Ramonita es un personaje popular de Córdoba. Nació en 1906 y fue asesinada por su prometido cuando apenas tenía 27 años de edad. El femicidio generó tanto revuelo en la época que La Ramonita comenzó a ser venerada como una santa popular.
Hasta hoy en día, su tumba, ubicada en el Cementerio de San Vicente, es un lugar de procesión y adoración.
Cecilia inició la investigación de la Ramonita buscando personajes de barrio Observatorio. Allí se encontró con algunos estudios que se realizaron en el Museo de Antropología. “Comencé a tirar de la punta del hilo y a meterme en la historia de la Ramonita”, expresó.
En su travesía por averiguar más sobre la vida de la mujer, la pintora visitó su tumba y hasta logró entrevistar a una mujer de más de 90 años que había sido vecina de la Ramona cuando era niña.
Como referencia del retrato de la Ramona, la artista utilizó la foto de la tumba que más adelante fue reproducida como estampita. Desafortunadamente, Cecilia se enteró que no hay más registros fotográficos de ella porque la casa de sus padres fue destruida por un incendio.
“La historia de su asesinato comienza temprano en su vida. Con quien años más adelante sería su asesino, Reymundo Morales, Ramona tuvo un noviazgo de cuatro años que se oficializó como compromiso de casamiento. Una advertencia de otra mujer sobre la doble vida sentimental de Morales hizo que Ramona finalizara ese compromiso”, escribió la artista sobre la Ramonita.
Y añadió: “Hacia 1936, el año de su asesinato, la vida de Ramona tenía como destino Buenos Aires, donde había conseguido un trabajo en una casa y para el cual estaba preparando su mudanza. En esos años había pasado por un matrimonio fallido con otro hombre y en el cual tuvieron un hijo que murió tempranamente. Para este entonces su vida sentimental era libre y Ramona frecuentaba lugares de diversión nocturna. Este hecho fue calificado por los medios de la época como propio de una mujer libertina”.
Por motivos que se desconocen, Ramona visitó a Reymundo a su casa. Allí, el hombre la estranguló y la asesinó. Su cuerpo fue encontrado días después en una barranca del barrio del Abrojal, entre los actuales barrios de Güemes y Observatorio.
Con su muerte, la Ramonita se convierte en un personaje milagroso. Su tumba se convirtió en un lugar de adoración. Los vecinos rezaban por ella y le pedían favores. “El culto llegó a extenderse hasta otras localidades como La Calera e inclusive hasta la provincia de Salta”, escribió la pintora.
Y añadió: “La tumba de Ramona Viviana Moreno en San Vicente todavía recibe visitas y ofrendas, mostrándonos la persistencia, tanto de los cultos populares en general como de la devoción hacia la Ramonita”.
¿Cómo surgió Apariciones?
Cecilia contó a cba24n.com.ar que Apariciones nace de su amor al retrato y de las limitaciones causadas por la pandemia
Desde hace varios años, Cecilia ya pintaba retratos. En un principio, retrató a mujeres que le cambiaron la vida. Con esto en mente, se preguntó: ¿qué mujeres cambiaron la historia de Córdoba?
Por otro lado, la pandemia de coronavirus obstaculizó su trabajo ya que sin galerías o espacios de muestras, no podía exponer su trabajo. Entonces, decidió llevar sus obras a la calle.
“Como casi todos los artistas durante la cuarentena tuve que hacer una revisión de los procesos creativos. Yo me formé en la Facultad de Artes de la UNC y mi trabajo siempre ocurrió en el taller”, afirmó.
Y agregó: “entonces pensé en un proyecto para que lo puedan ver las personas que transitan en la calle”.
Con una pregunta en mente y una idea para mostrar sus creaciones, Cecilia inició Apariciones. Para crear retratos que perduraran en el tiempo y a las condiciones adversas de la calle, adaptó la antigua técnica de la mayólica.
“Es como una adaptación de una técnica clásica a las formas más contemporáneas”, afirmó. Cecilia primero pinta sobre un lienzo el retrato. Luego “imprime” la obra sobre cerámicos que terminan instalados sobre paredes. La ubicación de cada mayólica se elige por el barrio donde la retratada hizo historia o vivió.
Cada obra conlleva una extensa investigación sobre la retratada que llevó a Cecilia a consultar documentos históricos, investigaciones antropológicas y personas que conocieron a las protagonistas de las mayólicas.
“Me interpela el buscar estas historias desde mi oficio. Creo que la visibilidad de estas mujeres nos fue reducida y nos fue vedada”, expresó.
Las obras pueden ser apreciadas por los transeúntes y cuenta cada una con un código QR que lleva a un texto sobre la vida de la retratada.
El próximo paso de Cecilia es realizar más retratos en Córdoba y lograr replicar la experiencia en otras ciudades de Argentina y el mundo.