Julio Pane, uno de los más grandes bandoneonistas del tango argentino, falleció este miércoles por la tarde en la Ciudad de Buenos Aires. El músico había sido internado en el Sanatorio Dupuytren a finales de mayo debido a una neumonía que se complicó por una infección intrahospitalaria.

Pane fue una figura sobresaliente en el mundo del bandoneón en Argentina, dejando una huella perdurable en la música del tango. Su talento y dedicación no solo lo consagraron como un intérprete excepcional, sino también como compositor y maestro, influyendo en múltiples generaciones de músicos.

Sus primeros años

Nació en Buenos Aires el 30 de noviembre de 1947. Creció rodeado de música, ya que su padre, Francisco Pane, era un destacado violinista y director de orquesta de tango. Desde muy joven, Julio desarrolló un interés especial por el bandoneón. Bajo la guía de su padre, comenzó a estudiar música y rápidamente destacó por su habilidad y sensibilidad.

A los 11 años, Pane ya actuaba en público, mostrando una destreza inusual para su edad. Su formación se enriqueció con maestros del bandoneón como Pedro Maffia y Aníbal Troilo, quienes lo influenciaron profundamente y ayudaron a formar su estilo único.

Con el paso del tiempo

Con el tiempo, sus habilidades fueron solicitadas por grandes maestros del tango. Por eso, participó en las orquestas de José Basso, Armando Pontier, Miguel Caló, Raúl Garello, Enrique Mario Francini, Atilio Stampone, Leopoldo Federico y el Sexteto Nuevo Tango de Astor Piazzolla, entre muchas otras.

Como solista

La carrera solista de Julio Pane es un reflejo de su amor por el tango. A lo largo de su vida, grabó numerosos álbumes que han sido aclamados tanto por la crítica como por el público. Entre sus obras más destacadas se encuentran A las orquestas del año 2000, con su trío; Un placer  del año 2002, junto a Juanjo Domínguez; e Instantáneas de 2006, un exquisito álbum de bandoneón solo.

El estilo de Pane se distingue por combinar una técnica impecable con una profunda emotividad. Su dominio del bandoneón le permitía explorar una amplia gama de matices y dinámicas, creando interpretaciones que eran tanto virtuosas como conmovedoras. Su enfoque se caracteriza por un respeto hacia la tradición del tango, al mismo tiempo que incorpora innovaciones que enriquecen el género.

Julio Pane - "Boedo"

Su legado

La influencia de Pane en la música argentina es incuestionable. A lo largo de su carrera, fue galardonado con numerosos premios y reconocimientos, incluyendo el Premio Konex de Platino, uno de los honores más prestigiosos de la cultura argentina. Su proyección trasciende las fronteras del país, habiendo llevado a cabo giras y conciertos en todo el mundo, desde Japón hasta Estados Unidos y Europa.

Damián Torres (Foto: archivo)
Damián Torres (Foto: archivo)

Damián Torres lo recuerda

Nuestro bandoneonista y Director de la Orquesta Provincial de Música Ciudadana nos compartió algunas impresiones sobre el músico fallecido: 

"Ayer estaba trabajando en casa y recibí el mensaje de un colega que me informaba de esta triste noticia, inesperada. Se va una eminencia más de este instrumento: el bandoneón que es el instrumento que tanto queremos. 

Tuve la oportunidad de tomar algunas clases en Buenos Aires con Julio Pane y fueron suficientes para entender muchísimas cosas en muy pocos días sobre la técnica y el arte de tocar el bandoneón. El poco tiempo que compartí con él fue muy positivo, muy hermoso.

Se nos va un gran formador de bandoneonistas aparte de haber sido él un bandoneonista fenomenal. Fue uno de los grandes maestros de la nueva generación en la que va a trascender el legado de Julio Pane.

Es una lástima su muerte pero es el ciclo de la vida, en este momento pienso como lo hago cada vez que pierdo a un ser querido o muy admirado: queda en nuestro recuerdo por sus acciones, por sus logros, por su modo de ser, así que hasta siempre maestro Julio Oscar Pane…"

Pablo Jaurena, destacado bandoneonista, uno de los más polífacéticos de su generación (Foto: archivo)
Pablo Jaurena, destacado bandoneonista, uno de los más polífacéticos de su generación (Foto: archivo)

Pablo Jaurena destaca las virtudes del maestro fallecido

El destacado instrumentista riotercerense nos acerca sus impresiones sobre Pane:

"Julio Pane fue sin lugar a dudas uno de los más grandes bandoneonistas de todos los tiempos. Un músico conocedor del tango como pocos, con una técnica impecable puesta al servicio de la música, y unas capacidades extraordinarias para la improvisación, de modo que al escucharlo improvisar se oía como si estuviera leyendo una partitura previamente escrita, por la perfección, el control y el equilibrio en el discurso al tocar. Esta última quizás fue de sus cualidades más singulares. Y siempre improvisando desde el lenguaje del tango. Todo lo que tocaba Julio sonaba muy tanguero. Recomiendo que escuchen su disco “Instantáneas” que es un disco de solos de bandoneón improvisados.

Julio realizó además una intensa actividad docente, y fue maestro de decenas de bandoneonistas, muchos de ellos los mejores de las nuevas generaciones.

Lo vamos a extrañar. Por suerte nos dejó el legado de su obra para iluminarnos el camino del futuro."