La sociedad que mataba a sus mujeres
El documental Audrie & Daisy, en la plataforma de Netflix, dirigido por Bonni Cohen y Jon Shenk, narra las traumáticas experiencias de las dos adolescentes, luego de ser violadas, en ambos casos, por parte de un grupo de compañeros de la escuela secundaria. Luego serán atacadas por Internet y acosadas por las comunidades a las que pertenecen.
Audrie Pott, se quitó la vida en el año 2012. Sólo tenía 15 años.
Diez días antes,tres amigos de 16 años, aprovechando su estado de inconsciencia por ingesta de alcohol, la violaron, pintaron su cuerpo con fibrones y escribieron frases obscenas en él.
Luego hicieron circular fotos de Audrie desnuda en las redes sociales.
Audrie sintió que su reputación y su vida se hundían.
Daisy Coleman, con 14 años, sufrió una agresión sexual de las mismas características a manos de un grupo de compañeros de colegio de su hermano mayor. Luego de violarla y grabar un video con un celular, la abandonaron inconsciente y en pleno invierno en el jardín de entrada de la casa de sus padres.
Allí la dejó Matthew Barnett, de 17 años, un popular jugador de fútbol americano del equipo de su colegio, quien había incitado a Daisy a beber hasta que se desmayó.
Su madre la encontró y la llevó a un hospital donde constataron que había sido violada.
La familia denunció el hecho a la policía local, y el sheriff Darren White interrogó a Barnett, pero el joven es nieto de un ex representante del estado de Misuri y ex policía caminero lo cual tal vez explique que, al cabo de un tiempo, se retiraran los cargos contra él aduciendo falta de pruebas.
Los vecinos de Maryville comenzaron a hostigar a Daisy en las redes, donde se referían a ella con términos como “zorra”, “prostituta” y “mentirosa”, entre tantos otros.
Del acoso pasaron a amenazar a toda la familia al punto que tuvieron que mudarse a otra ciudad. Entonces, su casa fue incendiada.
Daisy intentó suicidarse dos veces.
Los directores Bonni Cohen y Jon Shenk, quienes son marido y mujer, siguieron la historia de Daisy Coleman durante más de dos años.
La filmaron junto a su familia mientras trataba de superar una profunda depresión producto de la agresión que había sufrido y del hostigamiento en las redes sociales y fuera de ellas al que la sometió la población de Maryville.
El documental Audrie & Daisy se estrenó en el Festival de Cine de Sundance 2016.
En 2017 Daisy Coleman cofundó SafeBAE, una agrupación para luchar contra la agresión sexual entre estudiantes de secundaria y ayudar a contener a las víctimas.
En agosto de 2020, Daisy Coleman murió por suicidio. Tenía 23 años.
“Nunca se recuperó de lo que esos chicos le hicieron y esto no es justo. Mi niña ya no está”, lamentó su madre, Melinda, en Facebook.
En diciembre del mismo año la mujer fue encontrada muerta en su casa luego de quitarse la vida.
Ante la contundencia de esta tragedia es lícito hacernos ciertas preguntas.
¿Qué clase de sociedad permite que cuatro machos violen a una niña y salgan impunes?
¿Qué sociedad tolera que una comunidad como la de Maryville (Misuri), EE.UU., hostigue a dos mujeres hasta lograr su completa destrucción?
¿En nombre de qué valores genera tanto odio?
Una sociedad que mata a sus mujeres, en algún momento de la historia, ha perdido el rumbo.
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