Las artes plásticas pierden al Maestro Hugo Bastos
Falleció a los 74 años y será recordado por su fantasía, su virtuosismo y su sentido del humor
Hugo Bastos, correntino de nacimiento, pero cordobés desde los primeros años de su vida y para siempre, el fallecimiento de Bastos fue comunicado por la Agencia Córdoba Cultura, que destacó “su gran calidad como persona y su humildad serán tan recordada como la belleza y la profundidad de su obra”, elogiaron.
Había egresado de la Escuela Provincial de Bellas Artes doctor José Figueroa Alcorta de Córdoba, como Maestro en Artes Plásticas en 1965 y luego como Profesor de Dibujo y Grabado en 1970.
“El Gordo, como era mencionado con cariño por todos los que lo conocían, fue un gran dibujante, cultor del color y amante del arte popular latinoamericano. Como docente, fue formador de varias generaciones de grandes artistas de nuestra provincia”, destaca la Agencia, que recuerda la distinción con “Reconocimiento al mérito artístico”, que le otorgaron.
Ayer lunes en el Concejo Deliberante también se planteó la necesidad de una Ordenanza en Reconocimiento del artista fallecido. La concejala María Soledad Ferraro declaró: “En el seno de bloque Hacemos por Córdoba nos encontrábamos trabajando sobre un proyecto de Reconocimiento por los 50 años de trayectoria de este gran maestro y esta imprevista noticia nos lleva a enviar nuestro más sentido pésame a toda su familia y a redoblar nuestra apuesta de reconocer al gran maestro del arte, digno representante de la bohemia cultural de los sesenta y de gran compromiso social y político”.
A pesar de ser maestro de Artes Plásticas, Bastos no quería ser definido como un artista. “Yo lo que elegí fue dibujar no creo que jamás haya hecho una obra de arte. Que no me ajusten la corbata porque no la uso. La palabra arte no me gusta, yo sería más bien un artesano”, sentenció rápidamente en una entrevista publicada en 2017 por El Milenio.
Ejerció la docencia en la Escuela Figueroa Alcorta, donde también fue director. Además se dedicó a la publicidad y al dibujo animado.
Ya jubilado seguía dibujando porque era su pasión y porque según sus palabras “No puedo desaparecer porque se va desvalorizando el trabajo, si los pintores no se mueven la obra se pierde”. Tenía 74 años y más de 55 de trajín de exposiciones, sumaba más de 300 colectivamente y 80 individuales.
Obtuvo 34 premios. Sus obras fueron expuestas en Argentina y paises de América Central y América del Sur; Cercano Oriente; Canadá; Japón; Cataluña, Baleares, Madrid, Toledo, Sevilla, Gerona, Navarra, Pamplona, , Lérida, Zaragoza (España); en Munich y Bonn (Alemania); Roma y Génova (Italia); Katowice y Cracovia (Polonia); California, Miami y Chicago (EE.UU); en paises de Medio Oriente: Kuwait y Emiratos Arabes; Santa Cruz de la Sierra (Bolivia); Asunción (Paraguay); Montevideo (Uruguay); Porto Alegre (Brasil); Champe de Remesnio (Suiza); Bienales de Ibiza y San Juan de Puerto Rico; Certamen de dibujo "Joan Miró" en Barcelona.
Junto a artistas como Oscar Gubiani, Juan Carlos Chuljak, Jorge Seguí y Silvina Bottaro, agitó una movida creativa y disruptiva, plantando un mojón en la tradición artística local, publicó la página oficial de la Agencia Córdoba Cultura.
Quienes lo conocieron lamentaron profundamente su partida "porque era un buen tipo por sobre todas las cosas y con buen sentido del humor", además de un artista-artesano con una fina fantasía y creatividad.