Radiofonía, Goyeneche y Beba Bidart
Tres recuerdos bien argentinos en este 27 de agosto
Tal como señalamos en otro artículo de nuestra página hoy se cumplen 99 años de la primera emisión de radiofonía que se realizó en nuestro país y marcaba un hito a nivel mundial.
Los estudiantes de medicina, Enrique Susini, Luis Romero Carranza, César José Guerrico y Miguel Mujica decidieron transmitir por el éter la ópera Parsifal desde la terraza del Teatro Coliseo.
Los cuatro eran radioaficionados y soñaban con una radiofonía al servicio de la cultura.
Gracias a un rudimentario transmisor, realizaron la primera transmisión radiofónica (integral y completa) de un programa.
Luego de la primera exitosa experiencia, los “Locos de la Azotea" comenzaron a transmitir otras óperas, cantos en vivo y noticias.
De tal experiencia, surgió Radio Argentina, la primera estación de radio de emisiones regulares en Argentina y la primera de habla hispana en el mundo.
Los cuatro pioneros, a pesar de haber estudiado medicina, continuaron ligados a los medios de comunicación.
En esta fecha, pero en 1994, hace 25 años, se producián dos fallecimientos que conmovían el sentimiento nacional.
Moría Roberto Goyeneche
El más popular cantante de tangos de los últimos años, falleció a los 68 años.
"Se nos fue el viejo" , dijo su hijo Roberto al formular el anuncio en la puerta del hospital donde Goyeneche, apodado El Polaco , estuvo internado 48 días afectado de una dolencia renal con complicaciones pulmonares.
Dueño de una voz grave y ronca unida a su estilo mitad cantado y mitad recitado, Goyeneche inició su carrera en los años 50 con la orquesta de Horacio Salgán. Fue Angel Díaz, el otro cantante de Salgán, quien lo apodó Polaco .
En 1956, Goyeneche se incorporó a la orquesta del gran Aníbal Troilo, Pichuco , y entonces inició la etapa más brillante de su carrera, que se prolongó hasta 1964 y durante la cual grabó más de 25 discos.
Entre los títulos más destacados de esa época se recuerdan La última curda , Garúa , Cristal , Cómo se pianta la vida y en especial Desencuentro , que se convirtió en su tema característico.
A partir de su desvinculación de Troilo, su carrera conoció un breve eclipse, pero resurgió en los años setenta como cantante en espectáculos de tango, acompañado por diversas orquestas.
Su popularidad adquirió un gran auge entre los jóvenes a partir de 1987, cuando su voz inconfundible se escuchó en las películas El exilio de Gardel y Sur , del cineasta argentino Fernando Solanas, ambas de gran difusión.
Poco antes de su hospitalización se informó que proyectaba grabar un disco con el pianista y compositor Mariano Mores, autor de legendarios temas como Cuartito azul y Uno .
Revivamos ese momento único del programa de Alejandro Mareco en el que se encuentran Roberto Goyeneche y el bailarín Jorge Donn
También el 27 de agosto de 1994 moría una grande de la música y la escena argentinas: Beba Bidart.
Nació en Buenos Aires en el barrio de Boedo y murió, en esa ciudad, hecho que pasó casi inavertido al ocurrir en la misma fecha en que murió Goyeneche.
Fue casi de todo, pero principalmente y durante varios años, un símbolo de Buenos Aires. El teatro, el cine y la televisión le fueron igualmente propicios.
Se formó como actriz, a la edad de 6 años, en los elencos del Teatro Infantil Labardén. A los 8 años ingresó en la Compañía de Obras para Niños dirigida por Concepción del Valle, luego continuó estudiando danzas clásicas con la aspiración de convertirse en una gran bailarina. Posteriormente dicha maestra fue convocada para dirigir el cuerpo de baile del Teatro Casino y con ella debutó como corista en 1941.
En 1948 trabajó en el Teatro Maipo junto a los actores cómicos Adolfo Stray y Mario Fortuna.
Fue llamada El Gorrión de Buenos Aires —en alusión a Edith Piaf— y bailó la milonga de Mariano Mores “Taquito militar” ante varios presidentes de la República.
Grabó alrededor de treinta temas entre los que destacamos “Me bautizaron milonga” acompañada por orquesta, “El firulete” con el Trío Yumba y “Ventarrón” con la Orquesta Color Tango.
Beba Bidart estuvo unida durante más de 12 años con el animador de espectáculos Jorge Fontana. Tras la separación, adoptó un niño a quien dio su apellido y llamó Paulo.
La presentación de su candidatura a la Academia Porteña del Lunfardo, firmada por Sebastián Piana y José Gobello, señala el propósito de dar a la institución el aire de una suerte de senado de Buenos Aires, donde estuvieran representadas todas las actividades culturales. Con unanimidad, el 2 de noviembre de 1991, fue aceptada la propuesta y se enriqueció la Academia con la presencia y la simpatía de quien era una de las personalidades más populares y queridas de la ciudad.
Ocupó el sillón Juan Francisco Palermo dejado vacante por doña Nyda Cuniberti, y lo honró con su modestia y su inefable don de gentes hasta la tarde de su muerte, que la sorprendió cuando reposaba de las tareas desempeñadas ese mismo día en su local de baile: Taconeando.
«Era un pedazo de Buenos Aires y quizás se debió a eso su decisión de volver, hecha cenizas, a formar parte de las calles de la ciudad»
Dijo al recordarla, en el curso de una sesión académica, con motivo del primer aniversario de su muerte, el académico de número Eduardo Rubén Bernal. Y agregó: «No olvidaré nunca la última vez que la vi bailar. Fue en esta sala, en que acompañada por Alberto Mosquera Montaña, y Beba Pugliese al piano, nos regaló la poesía de un tango, porque era el baile su manera de escribir».
En el video un momento televisivo de Beba Bidart con Enrique Dumas