Se inaugura la muestra de Oscar del Barco en el Museo Evita Palacio Ferreyra
El filósofo y artista cordobés abre una exposición llamada "Despojo".
La Agencia Córdoba Cultura y el Museo Superior de Bellas Artes Evita Palacio Ferreyra (Hipólito Yrigoyén 511) invitan a participar de la inauguración de "Despojo" filósofo y artista Oscar del Barco. La cita es el viernes 23.
La exposición reúne alrededor de 80 obras, elaboradas con técnicas mixtas y realizadas en diferentes periodos de su vida. Despojos no es solo una obra visual sino una experiencia filosófica: al llegar a las salas del museo el público se encontrará con la obra pura: sin nombres, sin epígrafes, sin descripciones. Es quizás esa huida de toda clasificación lo que mejor explica el proceso: pensar con las manos, buscar en los materiales una manera de entender, elaborar un camino propio que conduzca al hallazgo de un sentido. “He tratado de cavar indefinidamente y sin plan alguno”, dice del Barco, y es por esto que despojos no se deja reducir a lo que suele llamarse una “obra plástica”.
“En algún momento, y vaya a saber por qué (creo que fue algo decisivo el “descubrimiento” apasionado de la música contemporánea y mi anterior estadía en París como becario), empecé a pintar. Trabajé de una forma casi loca durante muchos años. Lo que ahora expongo es un fragmento de ese trabajo. No creo en el dios de las iglesias, pero sí creo en la sacralidad de lo que sin saber de qué hablamos llamamos espíritu. Esto es lo que ahora muestro: una que está en y por sobre mi existencia”
La directora del Museo Evita, Mariana del Val, refiere al desp/ojo no como una privación, sino como una oportunidad de ver, de ir al encuentro del sentido. Un despojo no es aquí tampoco lo que sobra, lo perdido, sino el intento de una búsqueda que no cesa. Desp/ojos, entonces, parece entonces la oportunidad de ver en ese constante “estar pensando”, un sentido que aparece en la misma praxis del hacer: no importa dónde, no importa cuándo, no importa cómo. Por lo tanto, el sentido que aparece, no refiere a una construcción cerrada, a un hallazgo que intenta responder todo cuestionamiento, sino, a una apertura al mundo filosófico de Del Barco, que nos introduce por una estrecha puerta, hacia una apertura sin bordes.
Diego Tatian dice respecto a la obra: “Oscar del Barco dibuja, pinta y recoge objetos pensantes tirados por ahí como quien “cava indefinidamente y sin plan”. Lo hace hacia el “país detrás”, que no es el de la felicidad, ni el del dolor -aunque su evocación sea constante: los planos negros, los alambres de púa, el tiznado, los Cristos y los ladrones a su lado…-, sino lo abierto que permite un nuevo comienzo del mundo. Como la isla desierta, lo abierto (que los Antiguos llamaban Caos) resguarda la promesa de que todo comience otra vez, de otro modo. Sin ella habría solo vanidad, no alegría tremenda de pintar. Porque es verdad que Oscar del Barco pinta como quien respira. Pero también lo es que con ello prosigue por otros medios la búsqueda de esa comunidad ausente que en el siglo XX fue nombrada con la palabra comunismo, y ahora carece de nombre. Por otros medios: no con la teoría sino con las manos que cada mañana, durante muchos años, tomaron los cartones, los pinceles, las chapas, las telas, las plumas, los papeles, los huesos, los colores, para pensar con ellos".
Sobre Oscar del Barco
Nació en Bell Ville, provincia de Córdoba, en 1928. Publicó Libros de ensayos y filosofía: Esencia y apariencia en El Capital (1977), Infierno (1977), Esbozo de una crítica a la teoría y práctica leninistas (1980), El Otro Marx (1983), La intemperie sin fin (1985), Juan L. Ortiz. Poesía y ética (1996), El abandono de las palabras (2003), Exceso y donación (2003), Alternativas de lo posthumano (2010), En busca de las palabras. Textos sobre literatura y arte 1972- 2014 (2017), El estupor de la filosofía (2021). Libros de poesía: Variaciones sobre un viejo tema (1975), Infierno (1977), Elegía (en memoria de Alberto Burnichón, 1983), tú-él (1997), Dijo (2000 y 2001), Poco, pobre, nada (2005), diario (2007), espera la piedra (2009), Partituras (2010), Escrituras (2011), sin nombre (2012), Las campanas no tienen paz (2013), Orión (2015), Aletheia (2020).