Una nominación para Bill Clinton
Dos documentales disponibles en Netflix repasan la huella del excéntrico y controvertido ex presidente norteamericano:" Inside Job", sobre la crisis financiera de 2008 y "Jeffrey Epstein: Asquerosamente rico", una miniserie sobre el magnate condenado por tráfico de menores, amigo de Clinton.
Es cuando menos extraño que, luego de tener una notable participación en dos documentales de excelente factura, uno de los cuales obtuvo un Premio Oscar, el ex presidente de los EE.UU. Bill Clinton no haya obtenido una nominación como actor de reparto en algún ignoto festival de cine aunque más no fuera.
Bill Clinton podría haber sido un excelente saxofonista en alguna banda de Jazz, de no haberse inspirado, a sus 16 años, en John F. Kennedy y Martin Luther King para convertirse en una figura pública. No podía tener referentes más notables quien llegó a ser el 42° presidente de los EEUU, representando al Partido Demócrata en dos períodos sucesivos entre los años 1993 y 2001.
Pero habría que analizar de qué manera influyeron estos hombres en la vida política y privada de aquel joven nacido en Arkansas.
En plena campaña electoral Clinton acuñó la célebre frase, dirigida al entonces presidente George H. W. Bush: “¡Es la economía, estúpido!”.
Las reseñas sobre su administración muestran indicadores positivos, considerándola un período de expansión económica para Estados Unidos.
Sin embargo la historia dice también que en 1999 promulgó la Ley de Modernización de Servicios Financieros, que derogó parte de la Ley Glass-Steagall surgida luego de la crisis de los años 30. Esta ley impedía que los bancos con depósitos participaran en actividades de fondos de inversión.
De esta manera, la administración Clinton le abrió la puerta a este tipo de fusiones futuras, desmantelando los controles regulativos que protegían al ciudadano medio de la especulación financiera. Así, este sector incurrió en una sucesión de fraudes que desembocaron en la crisis global de 2008.
Estos hechos son relatados con lujo de detalles en Inside Job. También conocido como Trabajo confidencial y como Dinero Sucio, un documental sobre la crisis financiera de 2008, dirigido por Charles Ferguson. Se estrenó el 16 de mayo de 2010 en el Festival de Cannes y recibió el Premio Óscar al Mejor Documental en 2011.
Respecto de su vida privada, Bill Clinton tampoco se desesperó por ser políticamente correcto y ya desde su campaña presidencial en 1992 estuvo envuelto en una serie de denuncias sobre asuntos extramaritales. Durante su segundo mandato, los medios cubrieron generosamente los escándalos sexuales que protagonizó.
El clímax (si se me permite la metáfora) llegó cuando se reveló que había mantenido relaciones íntimas con Mónica Lewinsky, quien era pasante en la Casa Blanca. Bill Clinton negó el hecho y su declaración jurada fue refutada por Lewinsky. El fiscal acusó al presidente de once delitos merecedores de un proceso de impugnación ("impeachment") por perjurio. Meses después y política de por medio, el presidente de EE. UU. fue exonerado de ese delito y pudo terminar su segundo mandato.
Hasta aquí Bill Clinton entraría en la interminable lista de maridos infieles célebres y seriales, de la que también forma parte su admirado referente John F Kennedy. Podríamos opinar al respecto, pero Bill siempre nos sorprende con algo nuevo y vuelve a ser un documental el que complica su imagen pública.
En este caso se trata de Jeffrey Epstein: Asquerosamente rico (en inglés: Jeffrey Epstein: Filthy Rich), una miniserie de documental web estadounidense sobre el magnate condenado por tráfico de menores (y sospechosamente fallecido en la cárcel) Jeffrey Epstein.
En este documental, Clinton aparece como amigo del multimillonario financiero y delincuente sexual Jeffrey Epstein, quien disponía de una isla particular para reclutar a mujeres y niñas menores de edad, a las que sometía sexualmente y ofrecía a sus amigos de una elite integrada por figuras de la política, el arte y la realeza británica.
Steve Scully, uno de los empleados que este financiero tenía en su isla privada de Saint James, en las Islas Vírgenes, asegura en varias ocasiones del reportaje que vio a Clinton junto a su jefe en el porche de su lujosa mansión,
Virginia Giuffre, una víctima de Epstein que vivió en la isla, afirma haber estado en una cena con B. Clinton, aunque no lo vio en ninguna situación comprometida. Clinton niega todo una y otra vez. Un registro de vuelo lo ubica 26 veces en el avión privado de Epstein. ¿Es posible creer que Bill Clinton desconociera las actividades criminales de su amigo?
En 1963. un joven Bill Clinton mira en su televisor el discurso "Tengo un sueño" de Martin Luther King Jr. Ese instante cambiará el curso de su vida.
Trato de imaginar la situación inversa.
Martin Luther King Jr. frente a su televisor analiza los documentales en los que aparece Bill Clinton y piensa: “¡Es la ética, estúpido!”.