¿El fin del “Plastizoico”?: líderes mundiales acuerdan un tratado vinculante sobre plásticos
La resolución de la asamblea ambiental de la ONU en Nairobi es aclamada como el mayor acuerdo climático desde el acuerdo de París de 2015. Exige objetivos diferentes según el desarrollo e incorpora a los gestores urbanos.
Existe una creciente preocupación pública por la contaminación plástica. Más de 60 países ya han implementado prohibiciones y gravámenes sobre los envases de plástico y los residuos de un solo uso, con el objetivo de reducir el uso y mejorar la gestión de residuos.
De hecho, buena parte de la comunidad científica ha propuesto el concepto de "Antropoceno" como época geológica que ya habría reemplazado al denominado Holoceno, la época actual del período Cuaternario en la historia terrestre, debido al significativo impacto global que las actividades humanas han tenido sobre los ecosistemas terrestres.
Desde esta columna, con menos fundamentos pero con algo de humor se propone el establecimiento del período "Plastizoico", dado que por miles de años la superifice de la tierra mostrará cicatrices de plástico en su superficie.
Y así y todo, hasta el presente no existe un tratado mundial vinculante, que obligue y comprometa a todos los países con soluciones efectivas al problema del plástico.
Por eso muchos describieron como un momento verdaderamente histórico el acuerdo alcanzado por los líderes mundiales, los ministros de medio ambiente y otros representantes de 173 países para desarrollar un tratado mundial, legalmente vinculante, sobre plásticos.
La resolución, acordada en la asamblea ambiental de la ONU en Nairobi, Kenia, exige que se negocie un tratado que cubra el "ciclo de vida completo" de los plásticos, desde la producción hasta la eliminación, durante los próximos dos años. El jefe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), lo describe como el acuerdo ambiental multilateral más importante desde el acuerdo climático de París en 2015.
Aproximadamente 7.000 millones de los 9.200 millones de toneladas de plásticos producidos entre 1950 y 2017 son ahora residuos. Alrededor del 75% de esos desechos se depositan en vertederos o se acumulan en ecosistemas y ambientes terrestres y acuáticos.
“En el contexto de la agitación geopolítica, la asamblea ambiental de la ONU muestra lo mejor de la cooperación multilateral”, dijo Espen Barth Eide, presidente de UNEA-5 y ministro de clima y medio ambiente de Noruega. “La contaminación plástica se ha convertido en una epidemia. Con la resolución de hoy estamos oficialmente en camino de una cura”.
Inger Andersen, directora del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, tuiteó: “Acabamos de aprobar la resolución que allana el camino para la acción global para #BeatPlasticPollution . El acuerdo ambiental más importante desde el acuerdo de París”. “¡El trabajo comienza ahora!”.
“Paralelamente a las negociaciones sobre un acuerdo vinculante internacional, el PNUMA trabajará con cualquier gobierno y empresa a lo largo de la cadena de valor que estén dispuestos a alejarse de los plásticos de un solo uso, así como para movilizar financiamiento privado y eliminar las barreras a las inversiones en investigación y en una nueva economía circular”, dijo Andersen.
Las naciones de la ONU acordaron, en las conversaciones sostenidas en Nairobi en la última semana de febrero, los términos de un tratado que debería cubrir la producción y el diseño de plástico, no solo los desechos. La resolución estableció un comité de negociación intergubernamental, encargado de redactar y ratificar el tratado. Comenzará a funcionar este año y pretende terminar en 2024.
Verdaderas innovaciones
La resolución introduce por primera vez disposiciones para reconocer a los recicladores urbanos, un “avance innovador” que afectará a millones de personas en todo el planeta, y el reconocimiento del papel de los pueblos indígenas. Es la primera vez que los gestores urbanos, trabajadores mal pagados y precarizados, que buscan plástico reciclable y otros residuos, han sido reconocidos en una resolución ambiental.
Las ONG describieron la resolución como un cambio crítico en el enfoque de los formuladores de políticas internacionales, que anteriormente se centraban en el plástico como un problema de basura marina. El mandato recomienda medidas para abordar la producción de plástico, que casi se cuadruplicará para 2050 y ocupará entre el 10 y el 13 % del presupuesto mundial de carbono.
Instaron a los líderes mundiales a mostrar aún más determinación en el desarrollo y finalización de los detalles del tratado en los próximos dos años.
“Nos encontramos en una encrucijada en la historia cuando las decisiones ambiciosas que se toman hoy pueden evitar que la contaminación plástica contribuya al colapso del ecosistema de nuestro planeta”, dijo Marco Lambertini, director general de WWF International.
Christina Dixon, directora adjunta de la campaña oceánica en la Agencia de Investigación Ambiental, dijo: “Esta resolución finalmente reconoce que no podemos comenzar a abordar los plásticos en nuestro océano y en la tierra sin intervenir en la fuente. “Fundamentalmente, el grifo de los plásticos debe cerrarse si realmente queremos abordar el problema”, dijo.
Joanne Green, ejecutiva de Tearfund, dijo: “Este es el primer paso hacia la justicia para las comunidades afectadas por la quema y el vertido de desechos plásticos. El reconocimiento de los recicladores y el papel vital que desempeñan para detener la contaminación plástica hace mucho tiempo que se debe; los gobiernos ahora deben asegurarse de que se les otorgue un lugar destacado en la mesa de negociaciones”.
El tratado estará acompañado de apoyo financiero y técnico, incluido un organismo científico para asesorarlo, y la posibilidad de un fondo global dedicado.
La resolución fue adoptada con la conclusión de la reunión UNEA-5.2 de tres días, a la que asistieron más de 3400 delegados en persona y 1500 participantes en línea de 175 estados miembros de la ONU, incluidos 79 ministros y 17 funcionarios de alto nivel.
No contaminamos igual
El otro aspecto sin dudas relevante de este acuerdo es que, por primera vez en la historia de los acuerdos medioambientales, hay consenso con que las políticas para los países desarrollados no pueden ser iguales que para los países en desarrollo.
La imagen, preparada por el grupo de expertos Planet Tracker, muestra que en la actualidad el consumo de plástico en los países desarrollados es 2,5 veces mayor per cápita que en los países en desarrollo. Las proyecciones propuestas reflejan la necesidad de que sean los países más contaminantes los que restrinjan su consumo, permitiendo que los países en desarrollo utilicen las ventajas que pueden proporcionar los plásticos para la mejora en la calidad de vida y para evitar alternativas aún más contaminantes.
Sólo como referencia, en 2020 el consumo promedio per cápita en los países desarrollados supera los 80 kilos de plástico al año y en los países en desarrollo es de 36 kilos. En el panorama de los países individuales, Argentina se sitúa ligeramente por encima del promedio de los países en desarrollo, con unos 44 kilos per cápita anuales. Estados Unidos, encabeza la lista de contaminadores con más de 148 kilos per cápita.