¿Vuelve el oro como refugio? Se desploman las bolsas y el petróleo
Desde la Guerra del Golfo no se registra una caída tan pronunciada en el petróleo.
Efecto contagio. Reacción en cadena.
El Covid-19 proyecta una sombra de recesión mundial. Eso anuncia una reducción en el consumo de combustible a nivel mundial y la OPEP propone reducir las cuotas de producción para sostener el precio internacional del barril de Petróleo. Pero Rusia no puede parar su industria petrolera y se niega con lo cual el precio del Petróleo se desploma hasta 32 dólares por barril, la pero caída desde la Guerra del Golfo en 1991.
Entonces, las bolsas comienzan a abrir en Europa con caídas que sólo se han registrado cuando se conocieron los resultados del referendum por el Brexit, en 2016.
A las 9:15 horas, Londres perdía el 8,65%, en tanto que Frankfurt bajaba el 7,39%; Madrid el 6,15%; el índice Stoxx 600 el 6,09%; París el 5,95%; el índice Euro Stoxx 50 el 5,55% y Milán el 2,01%.
La caída superior al 5% de Tokio esta madrugada, el retroceso del 4,2% de Hong Kong, la bajada del 5% de los futuros estadounidenses y la suspensión de la negociación en este mercado por las medidas de confinamiento adoptadas en Italia y el miedo a una recesión influían en la bajada de hoy.
En el Golfo también los mercados se hundieron este lunes en la apertura, con pérdidas del 9,4% en Arabia Saudita, del 10,3% en Kuwait y del 9,0% en Dubai.
La caída de la cotización del barril de petróleo Brent cerca del 21%, hasta 35,95 dólares a esta hora, es un reflejo de esta situación, en el que la deuda soberana con mayor calidad crediticia, como la alemana, registraba un rendimiento mínimo histórico en el -0,83 %. Lo mismo que sucedía con el bono estadounidense, cuya rentabilidad descendía 29 centésimas y se situaba en el mínimo histórico del 0,47%.
En cambio, frente a al colapso generalizado, el precio de la onza de oro se mantenía en los niveles del cierre del viernes, en 1.676 dólares.
Como siempre ocurre en estos casos, ante la fragilidad de los mercados, una buena parte de los flujos de inversión se redirigen a activos menos volátiles como los inmobiliarios o, al oro, que parece el refugio preferido de la especulación cuando los tiempos son difíciles y los pronósticos son inciertos.