La compañía aérea Alitalia, tras casi 75 años surcando los cielos con los colores de la bandera italiana por todo el mundo, se prepara para realizar su aterrizaje definitivo este jueves con su último vuelo, el cual marcará efectivamente el final de la historia de la aerolínea.

Una historia de éxitos pero también de declive, entre ríos de dinero público y decisiones equivocadas, después de que ni siquiera la gestión de los particulares haya logrado torcer la suerte.

Debido a una crisis financiera, la reconocida aerolínea pasará a manos del Estado italiano a partir de mediados de octubre y comenzará a llamarse ITA. Es por eso que, con la venia del ministerio de Desarrollo económico de Italia, la empresa estatizada decidió cancelar todos los pasajes emitidos a partir de esa fecha y adelantó a las agencias de turismo locales que no habrá reprogramaciones. El dinero será reintegrado a los pasajeros, pero hay polémica por cómo se llevará a cabo.

De hecho, el acuerdo alcanzado con la UE para la puesta en marcha de la nueva empresa Ita sacrificó a la antigua empresa, que en nombre de la discontinuidad debe apagar sus motores.

La marca histórica, sin embargo, podría sobrevivir y continuar volando sobre las alas de Ita, siempre y cuando la empresa logre ganar la licitación. Sobre esto, de acuerdo con trascendidos, habría algunos progresos y se está trabajando duro para llegar a la venta a tiempo para el despegue el próximo viernes.

De hecho, debería evitarse el peor de los casos, la quiebra, que aún no se ha evitado.

La partida de Alitalia será este jueves, a última hora de la tarde, con el último vuelo del día, el AZ1586 Cagliari-Roma, que saldrá a las 22.05 horas de la capital sarda para aterrizar en Fiumicino a las 23.10.

Para llevar a los últimos pasajeros, Alitalia contará con un Airbus 320 (procedente de AirOne), que volará lleno con todos sus 180 asientos ocupados.

La primera Alitalia, conocida también como Aerolíneas italianas internacionales, despegó por primera vez en 1947 como compañía de bandera. En sus aviones estuvieron papas y las estrellas de los años de la "dolce vita".

En un pasado glorioso fueron una suerte de emblema de la excelencia italiana.

Sin embargo, fue en los 90 cuando llegaron las primeras dificultades, gracias a la liberalización del transporte aéreo. Una serie de malas decisiones hicieron que las pérdidas aumenten.