Bolsonaro y una frase que anticipa que podría desconocer resultados electorales
El presidente brasileño dijo que si no saca al menos 60% de los votos es porque "algo anormal sucedió en el Tribunal Supremo Electoral". Aunque todas las encuestas lo ubican debajo de Lula, sostuvo que se baja en sus propias mediciones 'a ojo' por la gente que va a sus actos y el apoyo que le demuestran. El líder del PT se mostró con excandidatos a presidente.
Jair Bolsonaro es el candidato brasileño que más dinero gastó en encuestas: 2,2 millones de reales (unos 425 mil dólares). Sin embargo, ayer insistió en medir el clima político previo a las elecciones a ojo, en lo que el propio mandatario carioca llama 'DataPovo' -o 'DataPueblo', en español-, y sostuvo: "Si tuviera menos del 60% de los votos, es que algo anormal sucedió en el TSE (Tribunal Supremo Electoral)".
La frase levantó polvareda en el país vecino, ya que pone sobre la mesa el fantasma de que, si se dan los resultados que marcan todas las encuestas reales, Bolsonaro podría desconocerlos, tal como hizo por ejemplo Donald Trump -reflejo del propio exmilitar brasileño- en Estados Unidos y que terminó con el ataque al Capitolio.
El representante de la ultraderecha intentó explicar que esto lo afirma "teniendo en cuenta el 'DataPovo', que uno mide de acuerdo no solo a la cantidad de personas que no solo van a mis eventos sino por cómo nos reciben a lo largo del camino hasta llegar al lugar del evento".
Desde Londres, donde participó de los funerales de la reina Isabel II, Bolsonaro dio una entrevista exclusiva para SBT News. En esa conversación, manifestó que "está todo bien en Brasil, como dice Paulo Guedes (NdR: su ministro de economía), creo en la potencialidad de nuestro pueblo", e insistió: "Sobre la cuestión del voto: por mis andanzas por Brasil, especialmente en los últimos dos meses, si nosotros no ganamos en primera vuelta algo anormal sucedió dentro del TSE".
Lula, con excandidatos presidenciales
El líder del PT realizó una convocatoria amplia en San Pablo en la que logró juntar a ocho excandidatos a presidente de Brasil de distinto pelaje político. Estuvieron el actual compañero de fórmula de Lula, Geraldo Alckmin (fue candidato por el PSDB), Fernando Haddad (candidato de emergencia del PT en 2018 cuando Lula estaba preso), Henrique Meirelles (MDB), Luciana Genro (PSOL), Guilherme Boulos (PSOL), Cristovam Buarque (Cidadania), Joao Vicente Goulart (PCdoB) y Marina Silva (PV).
"Esta foto simboliza la reconstrucción de Brasil", soltó Lula.
Marina Silva es del sector ecologista, Guilherme Boulos y Luciana Genro pertenecen a sectores de la izquierda, el socialismo y los movimientos sociales, Buarque es de un partido de centro, mientras que Goulart es hijo del presidente brasileño depuesto por la dictadura en 1964.
Pero la presencia más resonante fue la de Meirelles, un referente del mundo financiero, expresidente del Bank Boston a nivel global, el cual dejó para tomar el mando del Banco Central brasileño durante los dos primeros mandatos de Lula (2003-2010), y excandidato en 2018, cuando venía de ser ministro de Economía de Michel Temer, en el gobierno que sucedió a Dilma Rousseff tras el impeachment.