Caída global del precio de la soja preocupa a productores nacionales
El valor de la semilla desciende por la guerra comercial entre China y EE.UU., entre otras causas. Se perderían 2500 millones de dólares.
La pelea arancelaria entre los gobiernos chino y estadounidense repercute a nivel mundial, entre otras consecuencias, con una caída en el valor de la tonelada de soja que preocupa a los productores y al Gobierno, ya que reduciría la entrada de dólares a la Argentina.
El mercado de cereales de Chicago vende a 287 dólares la tonelada de soja y el precio desciende a valores mínimos en 10 años, tras el anuncio de que China impondría nuevos aranceles en medio de la guerra comercial con Estados Unidos.
También hay una una mayor disponibilidad de la oleaginosa en la plaza estadounidense por este motivo y por cuestiones climáticas. Además, la fiebre porcina que afecta a China repercute además en un menor consumo de soja y por ende, menor importación desde Argentina.
En el mercado local, la oferta de soja queda limitada por todos estos factores, por lo que el precio continuaría la tendencia a la baja. Esto es problemático porque los porotos, la harina y el aceite de soja conforman el 30 por ciento de las exportaciones locales, lo que convierten a la soja en el principal complejo exportable argentino.
"Pasamos en cinco meses de vender la tonelada a 250 dólares a menos de doscientos dólares" luego de aplicadas las retenciones, indicó Gonzalo Agusto, de la Bolsa de Cereales de Córdoba, para agregar que no veían este precio desde hace cinco o seis años.
"Muchos van a tratar de guardar para ver si en octubre o noviembre capturan mejores precios". Como las retenciones se aplican por cantidad de dólares exportados, Argentina tendría menos ingreso de divisas que lo esperado y que el dinero perdido no reentraría a las economías regionales ni a los productores.
Sin embargo, Agusto indicó que no hay perspectivas de que haya un incremento en el valor de la soja muy grande en el corto plazo, y afirmó que los productores perdieron 2500 millones de dólares por la caída de la oleaginosa a pesar de una cosecha récord.