La carrera hacia las elecciones del 5 de noviembre en Estados Unidos tuvo este martes uno de sus momentos decisivos.

El primer debate entre Kamala Harris y Donald Trump marcó lo que queda de una campaña en la que la vicepresidenta demócrata y el expresidente republicano se disputan el voto de los indecisos, aproximadamente el 8% del electorado.

Los candidatos llegan empatados en las encuestas al cara a cara.

Estaba aún fresco el recuerdo del último debate, cuando aún Joe Biden era candidato y su pobrísimo papel puso en marcha la maquinaria que lo terminó eyectando de su candidatura.

La polarización de la política estadounidense ha provocado que los candidatos ya ni siquiera se saludaran en los debates. Hillary Clinton rechazó estrechar la mano de Donald Trump en el segundo debate de 2016 después de difundirse el vídeo en que denigraba a las mujeres. 

En 2020, los candidatos no se saludaron con la excusa de la pandemia. En el de junio pasado, Joe Biden y Donald Trump aparecieron por lados opuestos del escenario y se dirigieron a sus atriles sin saludarse.

Sin embargo, anoche hubo un encuentro previo. Fue Harris quién se acercó, presentándose. “Diviértete”, recibió como respuesta de Trump, que extendió la mano derecha.